En las próximas semanas el mercado cambiario argentino operará bajo tres fuerzas cruzadas: la dinámica política electoral, la presión sobre las reservas del Banco Central (BCRA) y la estrategia del Tesoro para proveer oferta de divisas.
En lo inmediato, las autoridades intentan sostener el dólar oficial dentro de la banda; en paralelo, las cotizaciones paralelas (blue, MEP, CCL) se mantienen en niveles máximos, reflejando una brecha que suma incertidumbre.
Escenarios probables después del 26/10
Continuidad del esquema (control + venta del Tesoro): Si el resultado electoral favorece la gobernabilidad del oficialismo o no cambia de forma radical el equilibrio, es probable que se mantengan las ventas del Tesoro y las intervenciones del BCRA para evitar saltos bruscos. Esa estrategia puede contener movimientos cortos, pero tensiona reservas y mantiene las brechas.
Apertura y desdoblamiento hacia un tipo de cambio único o flotación administrada: Un resultado que impulse reformas pro-mercado (o obligue a normalizar reglas) podría acelerar la unificación cambiaria o una devaluación oficial para achicar la brecha. Eso generaría un shock inicial (suba rápida del tipo de cambio oficial) pero podría reducir incentivos al mercado paralelo a mediano plazo. Analistas ya descuentan que “el esquema de bandas parece agotado”.
Mayor control y acento en estabilidad nominal: Si la respuesta política prioriza anclar precios y evitar devaluaciones bruscas, el resultado sería más controles, impuesto a la demanda de divisas y persistencia de brechas, con riesgo de estancamiento de inversiones y presión sobre reservas. Elonce.com
Factores condicionantes
* Reservas netas del BCRA: Niveles y velocidad de uso para defender la banda son determinantes; fuentes indican reservas alrededor de ~USD 40.000 millones pero con presiones en vencimientos y necesidad de financiamiento externo.
* Apoyo internacional: Promesas o líneas de swap/crédito (mencionadas en la agenda internacional) pueden dar tiempo para una transición ordenada; la concreción de esos instrumentos será clave.
Proyecciones (hipótesis cuantitativas, con riesgo alto)
* En un escenario de apertura rápida, el tipo de cambio oficial podría ajustarse entre 10% y 30% en los primeros 3 meses posteriores a la elección (corridas y recomposición de precios relativos), con compresión gradual de la brecha en 6–12 meses. (Proyección orientativa basada en sensibilidad histórica a cambios políticos y señales de mercado).
* En un escenario de continuidad con defensas activas, la variación oficial podría limitarse al 5–15% en ese mismo horizonte, pero con persistencia de brechas y riesgo de erosión de reservas.
Alternativas y recomendaciones para actores económicos
* Exportadores: acelerar liquidación de divisas y negociar contratos en dólares o cláusulas ajustables.
* Empresas e inversores: usar coberturas (forwards, dólar MEP donde sea legal/posible) y diversificar instrumentos financieros.
* Productores agropecuarios: evaluar timing de ventas de granos según señales de devaluación y aprovechar instrumentos de cobertura (futuros/contratos).
* Seguimiento clave: comunicados del BCRA, liquidaciones del Tesoro, niveles de reservas y anuncios internacionales sobre líneas de financiamiento.

Comentarios