¿Qué es la factura de crédito electrónica y cómo beneficia a las pymes?

Descubre los beneficios, riesgos y cómo implementar la Factura de Crédito Electrónica en tu pyme

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En un mundo cada vez más digitalizado, las pequeñas y medianas empresas (pymes) deben estar a la vanguardia de las últimas tecnologías para optimizar su gestión financiera y competitividad en el mercado. La factura de crédito electrónica (FCE) es una herramienta digital que surge como una alternativa más eficiente y económica que las facturas tradicionales en papel.

¿Qué es la FCE y cómo beneficia a las pymes?

La FCE es una factura electrónica que incluye la promesa de pago por parte del comprador al vendedor, lo que la convierte en un título valor que puede ser negociado en el mercado financiero. Esto significa que las pymes pueden convertir sus facturas en efectivo de forma más rápida y a tasas de interés más bajas que las que ofrecen otras formas de financiamiento.

Además, la FCE permite a las pymes reducir sus costos administrativos y de gestión de facturas, ya que no es necesario imprimir y enviar facturas en papel, ni archivarlas manualmente. En lugar de eso, la FCE se emite, envía y almacena de manera digital, lo que facilita su consulta y seguimiento.

Otro beneficio de la FCE es que permite a las pymes mejorar su posición financiera al recibir pagos de forma más rápida. Al incluir la promesa de pago del comprador, la FCE reduce el riesgo de impago y acorta el tiempo de espera para recibir el pago, lo que puede mejorar la liquidez y la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras.

Por otro lado, la FCE también beneficia a los compradores, ya que les permite obtener financiamiento a tasas de interés más bajas que las que ofrecen otras formas de financiamiento. Al comprar una FCE, los compradores obtienen un título valor que puede ser negociado en el mercado financiero, lo que les permite obtener financiamiento a tasas más bajas que las que ofrecen otros instrumentos financieros.

La FCE también presenta ventajas a nivel regulatorio, ya que cumple con los requisitos de facturación electrónica establecidos por la AFIP. Desde el 1 de abril de 2019, todas las empresas del país deben emitir facturas electrónicas en reemplazo de las facturas tradicionales en papel. La FCE cumple con estos requisitos y, además, ofrece la posibilidad de obtener financiamiento a través de la negociación de los títulos valores que representa.

Para utilizar la FCE, las pymes deben contar con un sistema de facturación electrónica que les permita generar este tipo de facturas. Este sistema debe estar homologado por la AFIP y cumplir con las disposiciones establecidas por el organismo. Además, es necesario que la pyme cuente con una cuenta corriente bancaria para poder negociar los títulos valores que representa la FCE.

La implementación de la FCE ha permitido reducir el costo financiero para las pymes en un 15% en promedio, según datos de la CNV y ha permitido a las pymes reducir los tiempos de cobro de las facturas en un promedio de 30 días, siendo el sector agropecuario uno de los más beneficiados su uso en Argentina, ya que la herramienta permite a los productores obtener financiamiento más rápido y a tasas más bajas.

Nuevas medidas para el uso de las FCE

A partir del 1 de abril se reportarán en la CenFIV las facturas que no sean pagadas en el plazo acordado entre una MiPyME proveedora y una de las 1.300 empresas grandes receptoras de FCEM, ya sea por falta de fondos o porque no se haya informado una cuenta de pago, lo que busca generar mayor certeza de cobro. De ese modo, tendrá un funcionamiento similar a lo que sucede hoy con los cheques a través de la Central de Deudores.

Por otra parte, se adelantó que desde el martes 12 de abril se modificará el importe mínimo para las FCEM. Por tanto, cada vez que una micro, pequeña o mediana empresa emita un comprobante en todas las operaciones comerciales que realiza con una empresa grande y el monto total sea igual o superior a $299.555 (actualmente es de $195.698), será obligatoriamente una factura de crédito.

La cantidad de Facturas de Crédito Electrónica que utilizaron las pequeñas y medianas empresas como herramienta para financiarse y obtener capital de trabajo creció en el 2021 un 59%, al pasar de 3.121 a 4.953. También se multiplicó en cuanto a los montos negociados: se incrementó en un 353%, totalizando $17.700 millones en el año, tanto para ser descontadas en el mercado de capitales a través del Mercado Argentino de Valores (MAV) o de entidades bancarias. A su vez, el año 2022 inició con buenos números al negociarse en el MAV $1284 millones entre enero y febrero mostrando un crecimiento del 203% respecto a los mismos meses del año anterior.

Ventajas de la factura de crédito electrónica:

- Optimización de la gestión financiera de las pymes.

- Alternativa más eficiente y económica que las facturas tradicionales en papel.

- Inclusión de la promesa de pago del comprador, lo que la convierte en un título valor negociable en el mercado financiero.

- Conversión de las facturas en efectivo de forma más rápida y a tasas de interés más bajas que otras formas de financiamiento.

- Reducción de los costos administrativos y de gestión de facturas.

- Emisión, envío y almacenamiento digital de la factura, lo que facilita su consulta y seguimiento.

- Mejora de la posición financiera al recibir pagos de forma más rápida y reducción del riesgo de impago.

- Obtención de financiamiento a tasas de interés más bajas para los compradores que adquieren la FCE.

- Cumplimiento de los requisitos de facturación electrónica establecidos por la AFIP.

- Potencial de crecimiento y desarrollo en el mercado argentino.

Como debería hacer una PyME para implementar las FCE?

1- Obtener la autorización correspondiente: para poder emitir facturas de crédito electrónicas, la pyme debe obtener la autorización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Para ello, debe registrarse en el sistema de Factura de Crédito Electrónica (FCE) y cumplir con los requisitos establecidos por la AFIP.

2- Adaptar su sistema contable y financiero: la pyme debe adaptar su sistema contable y financiero para poder emitir facturas de crédito electrónicas. Esto implica contar con un software que permita la emisión de este tipo de facturas, así como conocer los procedimientos y requisitos técnicos para su emisión.

3- Capacitar al personal: es importante que la pyme capacite a su personal en el uso de la factura de crédito electrónica, tanto en lo referente a los aspectos técnicos como a las obligaciones normativas.

4- Evaluar la necesidad de asesoramiento externo: si la pyme no cuenta con los conocimientos y recursos técnicos necesarios para implementar la factura de crédito electrónica, es recomendable que busque asesoramiento externo de expertos en la materia.

5- Emitir las facturas de crédito electrónicas: una vez que la pyme cuenta con la autorización correspondiente, ha adaptado su sistema contable y financiero, capacitado a su personal y evaluado la necesidad de asesoramiento externo, puede comenzar a emitir facturas de crédito electrónicas a sus clientes.

Es importante que la pyme tenga en cuenta los requisitos normativos y técnicos establecidos por la AFIP para la emisión de facturas de crédito electrónicas, así como los riesgos y desventajas que puedan existir en su uso, entre los que se incluyen:

- Riesgo de impago: aunque la factura de crédito electrónica incluye la promesa de pago del comprador, siempre existe el riesgo de que este no cumpla con sus obligaciones de pago. Por lo tanto, es importante que las pymes realicen una evaluación del riesgo crediticio de sus clientes antes de emitir una factura de crédito electrónica.

- Dependencia del mercado financiero: la factura de crédito electrónica se convierte en un título valor negociable en el mercado financiero, lo que significa que las pymes dependen de la disponibilidad de inversores dispuestos a comprar estos títulos. En momentos de crisis económica, es posible que la demanda de estos títulos disminuya, lo que puede afectar la capacidad de las pymes para obtener financiamiento.

- Costo de emisión: aunque la emisión de la factura de crédito electrónica es más económica que la de las facturas tradicionales en papel, sigue generando un costo para las pymes. Es importante que estas evalúen si este costo se traduce en beneficios financieros y administrativos que justifiquen su uso.

- Requisitos técnicos: la emisión de la factura de crédito electrónica requiere de una infraestructura tecnológica y de conocimientos técnicos que no todas las pymes poseen. Es importante que estas evalúen si cuentan con los recursos necesarios para implementar esta herramienta de forma eficiente.

- Cumplimiento normativo: para emitir facturas de crédito electrónicas es necesario cumplir con los requisitos establecidos por la AFIP. Las pymes deben asegurarse de contar con la capacitación y asesoramiento necesario para cumplir con estas obligaciones.

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