Santafesinos transforman un residuo en una solución sustentable para la construcción

Son referentes en la provincia. Cada mes sacan de la basura dos toneladas de Telgopor y lo reinsertan en la industria. Su objetivo es llegar a los 10 mil kilos mensuales 

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Con la chispa emprendedora siempre encendida y atento a qué necesidad podría cubrir, el santafesino Gilberto Robledo se interesó por darle valor a un residuo que es cien por ciento reutilizable y proporciona una solución sustentable para la construcción. Se trata del poliestireno expandido (eps), más conocido como Telgopor. Y lo que empezó como algo casi doméstico escaló, en poco tiempo, a un nivel industrial que consigue sacar de la basura dos toneladas mensuales de este material. Su objetivo es llegar a los 10 mil kilos en el mediano plazo.  

La idea de darle valor a un derivado del plástico que muy pocos prestan atención y que termina siendo desechado sin ningún tratamiento, convirtió al centro de reciclado La Roca en un referente de la provincia. Tanto para los municipios, comunas y empresas que ofrecen el residuo como para las constructoras que adquieren el producto procesado. Con presencia en todo Santa Fe, los teléfonos suenan de distintas localidades a lo largo y ancho del país.    

Molido o en perlas el eps es muy requerido para la construcción de estructuras livianas y resistentes. Se utiliza como aditivo para alivianar morteros de cemento, aportando aislación térmicas y acústicas. “Esto permite bajar los costos energéticos en el uso de aires acondicionados y calefacción”, explica a Ecos365 Gilberto y agrega que en principio su intención era apuntar al rubro textil pero la demanda en este sector le hizo cambiar el rumbo.  

El emprendimiento es uno de los últimos egresados de IDEAR, la incubadora de empresas del ámbito regional que impulsan la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la Municipalidad de Esperanza. Por el momento este sigue siendo su espacio de trabajo, pero la intención del equipo es conseguir recursos para mudarse a un lugar propio y así poder ampliar su capacidad productiva.  

De la idea inicial al salto de calidad 

El proyecto entró en la incubadora en el 2019 en busca de espacio físico y asesoramiento. Con todo eso y más fue con lo que se topó su ideador quien tuvo que replantearse el modelo de negocio para darle lugar a una propuesta superadora. Ser flexible, estar en el momento y el lugar indicado fueron los factores que lo hicieron posible.  

“Empezamos reciclando el Telgopor para rellenar sillones puff y vendíamos 50 bolsas por mes por Mercado Libre. Pero desde la incubadora nos hicieron el contacto con la primera empresa del sector de la construcción que en un día nos pidió 500 bolsas y la semana siguiente quería 500 más”, cuenta el referente de La Roca y asegura que tuvo que salir a buscar nuevos proveedores porque ya no le quedaba en stock ni siquiera un envase de helado.  

Según señala Gilberto, las redes sociales fueron la clave para ampliar la base de datos de nuevos recicladores. El interés por la propuesta fue tal que hasta se acercaron otras empresas a ofrecer diversos materiales con potencial para ser recuperados. En ese sentido, el emprendedor anticipa: “Queremos seguir innovando, generando más materia prima para la industria. En un futuro, pensamos elaborar resinas y pintura como ya vimos que se hace en Chile y en México” 

Con tres años de trayectoria y pandemia mediante, el aporte de la cooperativa santafesina al medioambiente se puede medir en números. Ya suma 49 toneladas de Telgopor reciclado, 177 toneladas de Co2 evitados, 3240 m3 de Telgopor obtenido y son 120 los clientes que los eligen.  

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