Cada vez más crítica parece ser la situación de Garbarino, ya que a los atrasos salariales que ya se acercan a los tres meses, y al cierre de locales, se le sumó la caída de la incorporación de un socio que se estaba negociando desde hacía varios meses. Ahora desde la firma señalan que están en diálogo con una empresa norteamericana.

Pese a la reestructuración de $4.000 millones lograda por el titular de la cadena, Carlos Rosales, la deuda total asciende a $15.000 millones, a lo que se suma el parate de su ensambladora de Tierra del Fuego desde hace 45 días, y la totalidad de los locales cerrados en todo el país.

Encima se frustró la operación con Facundo Prado, presidente de la operadora de televisión por cable e internet Supercanal Arlink y CEO de la empresa Centrocard, que quería quedarse con la cadena. Sin embargo Rosales pretendía que fuera socio, ya que tenía intenciones de mantenerse en la conducción. De este modo, todo se cayó, tal como ya había ocurrido con Inverlat, el fondo de inversión dueño de Havanna y otras marcas.

En el medio están los cerca de 4.000 empleados, que sólo percibieron una parte del salario de abril. Desde la firma indican que esperan recibir $438 millones que el Gobierno porteño les debe por retenciones indebidas de ingresos brutos y con eso se pondrían al día. Luego, buscarán retomar la operación para revertir la caída de ventas, volver a comprar mercadería por medio de un fideicomiso y poner en funcionamiento otra vez las plantas de Tierra del Fuego por medio de un acuerdo con otro gran fabricante, indicaron a Infobae.

Por último, se buscará reestructurar la deuda con nuevos inversores. Desde la empresa detallaron que volvieron a firmar un acuerdo de confidencialidad con “una empresa americana grande de e-commerce” para que se sume como socio, sin embargo no dieron más detalles al respecto. Sostienen que la situación puede revertirse, porque la crisis se agravó con la fuerte caída de ventas (60% en abril y 75% en mayo) a raíz de la segunda ola.

Desde Empleados de Comercio pidieron al Ministerio de Trabajo de la Nación una nueva audiencia para conocer la situación de la empresa que dejó de pagar sueldos. Hasta ahora, el único ingreso del personal viene del Repro que deposita Anses. Mientras tanto la situación comienza a agravarse en algunas sucursales, que fueron tomadas por los empleados, mientras que en otras llegaron órdenes de desalojo por falta de pago de alquileres.