El 31 de mayo de 2021 se reglamentó la ordenanza que regula los alquileres temporarios en Rosario. Desde entonces pasaron casi diez meses y sólo se registraron ocho establecimientos, cuando la oferta supera largamente ese número.
La propuesta de la regulación había surgido a partir del crecimiento exponencial que tuvo este tipo de negocio en los últimos años, a raíz del enorme avance del uso de plataformas digitales que gestionan el ofrecimiento de servicios de hospedaje intermediando entre la oferta y demanda. Además, la consolidación de Rosario como destino turístico de fin de semana contribuyó a la mayor demanda de esta clase de alojamiento.
De acuerdo a la normativa, quien tuviera un inmueble para ofrecer en alquiler temporario que fuera desde una noche hasta 180 días debía obtener un certificado de habilitación, y luego completar un registro de inscripción a través de una plataforma web municipal.
“Sobre este modelo de alojamientos turísticos existen antecedentes regulatorios de la actividad en importantes localidades del mundo como Madrid, París, Barcelona, Berlín, Amsterdam y Londres; y en nuestro país en Buenos Aires, Mendoza y Villa Carlos Paz”, indicaban desde el municipio al momento de poner en vigencia la ordenanza.
En Rosario incentivaban a avanzar con el trámite ofreciendo una reducción del 50% del DReI y de la contribución al Etur. Sin embargo no se obtuvo la repercusión deseada, al menos hasta ahora. “Desde que se reglamentó, sólo ocho emprendimientos construidos en un apart hotel se anotaron. De forma independiente, nadie se acercó”, manifestó Damián Auzunbud, gerente del hotel Howard Johnson Rosario.
El también integrante de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario (AEHGAR) señaló a Ecos365 que el dato surgió de un relevamiento realizado sobre la oferta de este tipo de establecimientos en agencias de viaje online –como Booking y Despegar- y redes sociales. Añadió que la información ya fue compartida al municipio, en busca de que este incentive al resto a sumarse para que no haya competencia desleal.
“Consideramos que la Municipalidad y el Etur deben estar al tanto de esto, porque si llega a producirse un accidente en alguno de estos establecimientos, el turista debe estar cubierto ante riesgos”, indicó. A esto se suma la necesidad de saber quién se encuentra alojado en cada inmueble por cuestiones de seguridad, para evitar tráfico de llaves con intenciones de robo y porque muchas de estas unidades funcionan en edificios sin que se informe de ello al consorcio.
Auzunbud aclaró que no se trata de prohibir sino de regular, porque de lo contrario el que pierde es el destino –en este caso Rosario- porque el turista se puede llevar una mala experiencia. Además consideró que avanzar en estos controles se hace más importante que nunca ante el crecimiento de este tipo de oferta que varía en forma permanente. “Vemos que mucha gente sacó del alquiler tradicional su departamento y encontró en el alquiler temporario una forma de compensar los gastos”, explicó.

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