Tras los pasos de Bioceres: los nuevos protagonistas santafesinos de la revolución bio

Los casos de Terragene, Keclon, Bioheuris, Michroma y Zelltek. Por qué la provincia se consolida como principal polo biotecnológico en el país

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A fines de abril, la empresa rosarina Bioceres fue noticia en todo el mundo por haber alcanzado el logro de cotizar en Nasdaq, la bolsa de valores más importante del mundo en materia de tecnología. La posibilidad de acceder a fondos de todo el mundo llevó a la firma comandada por Federico Trucco, responsable entre otras cosas de la soja y el trigo resistente a la sequía, a plantearse el objetivo de triplicar su tamaño en los próximos tres años. Sin dudas es la que lidera el lote de las firmas bio santafesinas, pero no la única. Es más, hay varios casos locales de éxito que van tras sus pasos.

Política de Estado

“Santa Fe tiene uno de los ecosistemas de ciencia, tecnología e investigación más importantes del país, y en parte esto se logró porque se adoptó como política de Estado”, manifestó Yamila Kababe, investigadora del Conicet y experta en Innovación. Fundamentalmente desde la última gestión de Jorge Obeid, profundizada por las administraciones de Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, y continuada ahora por la de Omar Perotti, siempre existió el apoyo al sector de la ciencia y tecnología, que tiene en la provincia a la biotecnología como una de las ramas más importantes.

Inversión en I+D a nivel nacional

Exenciones impositivas, asistencias vía capacitaciones, subsidios, aportes no reintegrables y sobre la promoción del vínculo entre el mundo científico y el empresarial posibilitaron que muchos prototipos escalaran hasta convertirse en una realidad. Una muestra de ello es el programa Innovar, que no sólo financia proyectos que encuentren soluciones ingeniosas y tecnológicas a problemas productivos, sino que también obliga a incluir en cada uno de ellos a científicos locales. La teoría es imprescindible, pero sólo el comienzo. La particularidad de los investigadores locales es que no se quedan únicamente con eso, sino que muchos de ellos tienen visión empresaria y se animan a dar el salto del laboratorio a la oficina.

RRHH de primer nivel

En este sentido, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se convirtió en una de las máximas referencias nacionales en la materia, y de hecho una de sus expertas –Raquel Chan- fue quien lideró el equipo –conjunto con el Conicet- que descubrió el gen de los cultivos resistente a la sequía y creó la HB4, la primera tecnología transgénica desarrollada íntegramente en la Argentina que hoy utiliza Bioceres. El Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear), el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) son otros tres de los grandes semilleros de expertos en el rubro.

Cantidad de investigadores de ciencia y tecnología per cápita

De acuerdo a datos oficiales, Santa Fe cuenta con 4.635 investigadores y becarios, y unos 2.000 técnicos, totalizando unos 6.635 profesionales, por encima del promedio nacional y sólo por debajo de Buenos Aires y Córdoba. Casi un 28% de las empresas invierte en I+D, lo que presiona sobre la demanda de personal formado y retroalimenta el círculo. “La innovación no se da en soledad, sino que es un proceso social, acumulativo, de difusión”, destacó Kababe, y agregó que “el innovador invierte incluso en situaciones críticas, detectan necesidades insatisfechas, evolucionan con la competencia, buscan bajar costos, diferenciar productos, posicionarse mejor, y todo esto lleva al desarrollo de las capacidades”.

Las empresas que siguen la estela de Bioceres

Terragene: dedicada al desarrollo de productos destinados al control procesos de esterilización, lavado, limpieza y termodesinfección, fue una de las Destacadas 2020 de Ecos365 por su plan de inversiones que incluyó una nueva planta de u$s4,5 millones destinada a la producción de biomoléculas inteligentes, que permitirán proteger los cultivos tanto intensivos como extensivos, logrando disminuir la necesidad del uso de fertilizantes, protectores y fungicidas químicos, mejorando la calidad y el volumen, y evitando la generación de residuos. En ese monto se incluye lo destinado a la ampliación y la incorporación de más tecnología en su actual sede de Alvear y la apertura de una nueva oficina en México, a la que luego le agregó otra en India.

Afectada por la pandemia y la suspensión de muchas intervenciones quirúrgicas, la joven empresa encaró un proceso de diversificación y potenció nuevos nichos de negocio como el de Protergium, un desarrollo que activa mecanismos naturales de las planta para hacer frente a enfermedades y plagas, por el cual invirtió u$s6,5 millones. También invirtió un millón de dólares para producir y exportar hisopos nasofaríngeos, y se encuentra trabajando en el desarrollo de la incubadora-aceleradora UOVO, una usina de innovación de base científico tecnológica que tendrá por objetivo establecer puentes entre emprendedores y oportunidades de inversión.

Para este proyecto la empresa destinará u$s15 millones y prevé la contratación de más de 150 personas. Entre las áreas de interés a promover se destacan Medicina de precisión, Pharma, Diagnóstico in vitro, AgroSciencies, Veterinaria, Alimentos, Bionanomateriales, Energía, Actividades de I+D+I y Líneas Scouting.

Keclon: a fines del año pasado recibió una inyección de capital de u$s7 millones para avanzar hacia la etapa final de construcción y montaje de su nueva planta en San Lorenzo. Allí podrá potenciar su proceso de desarrollo de enzimas para reducir desechos, e incrementar la eficiencia en los biocombustibles, impulsando nuevos mercados y potenciando su perfil exportador, mientras contribuye a reducir el impacto ambiental.

Leonardo Marrafini, CEO de Keclon

Bioheuris: con sede central en Rosario y especializada en el desarrollo de tecnologías para el control de malezas y su introducción en cultivos, logró hace dos años abrir su propio laboratorio en Estados Unidos, con el fin de avanzar en sus desarrollos sin toparse con las habituales dificultades argentinas de restricción a la llegada de insumos.

Este año anunció una asociación con Gensus, semillero del norte argentino que produce y comercializa semilla fiscalizada de algodón, para desarrollar en este cultivo variedades resistentes a herbicidas. Se trata del primer desarrollo de investigación con edición génica en algodón llevado adelante por dos Pymes nacionales que unen sus esfuerzos para ofrecer nuevas tecnologías adaptadas al mercado local. A diferencia de los eventos GM (genéticamente modificados), la edición génica CRISPR mejora los propios genes del cultivo y podría posicionar al país como un líder mundial en algodón, aplicando técnicas de punta y con proyección internacional.

El equipo de trabajo de Michroma
El equipo de trabajo de Michroma

Michroma: nacida en 2019 en Rosario, es una de las pocas empresas en el mundo dedicada a reemplazar colorantes y saborizantes artificiales de alimentos y bebidas por otros de origen natural, producidos a través de hongos. De esta manera, evitan la contaminación ambiental y el daño a la salud que provocan los productos derivados del petróleo. Tras recibir financiamiento de la aceleradora de biotecnología más grande del mundo, Indiebio, se mudaron a San Francisco, Estados Unidos, para optimizar su proceso. La idea es crear cepas súper productoras de colorantes que se constituyan en una opción natural competitiva en costos con la artificial. El mercado en el que trabajan mueve u$s5.000 millones al año

Zelltek S.A.: con base en el parque tecnológico de la UNL, tiene en marcha una inversión de u$s5 millones para sextuplicar la capacidad operativa de su planta de biosimilares de base eucariota, sumar tecnología y maquinaria de punta. Recibió de parte de Nación $73 millones que le permitirá completar la inversión y llegar a nuevos mercados. Esta firma, incubada en el seno de la universidad pública, desarrolla un ingrediente farmacéutico vital para el tratamiento de la artritis, y en el marco de pandemia, diseñó un método sensible y de bajo costo para detectar anticuerpos contra SARS-Cov-2.

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