Desde el miércoles a la noche cuando Central perdió ante Boca la final de la Copa Argentina por un pésimo arbitraje de Diego Ceballos, el partido de este domingo entre ambos equipos en Arroyito se convirtió en la principal preocupación, ya no en materia futbolística sino por la seguridad de los protagonistas. Por eso la Policía realizará un despliegue especial con 900 uniformados y tanto la dirigencia canalla como el técnico Eduardo Coudet salieron este sábado a pedir tranquilidad a los hinchas. Hay, además, un partido, un juego por los tres puntos (de eso se trata en definitiva) que le podrían permitir al equipo de Arroyito disputar otra final con los xeneizes.

El primer paso se dio este sábado a la tarde cuando llegó a la ciudad el colectivo con el plantel de Boca y, con una fuerte custodia, se dirigió hasta un hotel céntrico, donde esperará por el duelo.


El viaje estuvo acompañado por una serie de medidas de prevención poco habituales. Jugadores y cuerpo técnico arrancaron al traslado desde La Boca con el tradicional micro ploteado con el escudo y los colores del club, pero en San Nicolás realizaron una parada técnica para cambiarlo por otro vehículo que no estuviera identificado con ese club, informó Infobae.com.

Ese micro estaba equipado con ventanas antivandalismo, preparadas para eventuales agresiones con proyectiles en el tramo final de la ruta o en las calles de Rosario. Efectivos de la Policía provincial acompañaron con un despliegue extraordinario y al llegar al hotel Ros Tower el frente estaba vallado.

“Cuidémonos entre todos, seamos responsables”

“Desde la Comisión Directiva invitamos a que mañana (este domingo) vayamos a Nuestra Casa a vivir como siempre la fiesta única a la que estamos acostumbrados, a felicitar y agradecer a nuestro plantel y cuerpo técnico por el gran trabajo realizado este año, peleando en ambos frentes hasta la última instancia y logrando el retorno de nuestro club al plano grande internacional”, señala un comunicado difundido este sábado.

“Lo del miércoles –continua- fue bochornoso, lo vio el país, el mundo. Central ya ganó: ya demostramos que nuestra dignidad estuvo por encima de tanta vergüenza. Mañana demostrémosle al Fútbol Argentino que estamos de pie, que este club sí goza de buena salud, que lo nuestro es genuino… que Central está por encima de todo”.

“Cuidémonos entre todos, seamos responsables, verdaderos canallas, unidos, en paz, así seremos invencibles, y seguiremos transitando este camino que necesariamente nos dará muchas alegrías”, pidieron los dirigentes a través del texto.

En el mismo tono se sumó el director técnico Eduardo Coudet: "Pido a la gente que no haga nada, que no le hagamos nada malo al club. A los hinchas, cordura. No hay que perjudicar a la institución".

Por otra parte, el Chacho aseveró que se quedará en el club si le mantienen el mismo plantel. "Me encantaría que mañana nos canten «que se queden todos, que no se vaya ni uno solo»", expresó.

A los pedidos de tranquilidad se le añade un operativo de seguridad importante para prevenir incidentes. Fuentes de la Unidad Regional II señalaron a Rosario3.com que unos 900 policías estarán afectados al partido que se jugará este domingo a las 18.15 en el Gigante de Arroyito, con arbitraje de Mauro Vigliano. Estarán en el estadio y alrededores. Custodiarán la llegada del colectivo con los integrantes del plantel de Boca y también la seguridad de periodistas en el estadio.

El despliegue se implementó después de un pedido concreto de la dirigencia de Boca que advirtió un clima “hostil”, después de la derrota de Central por 2-0 en la final del miércoles. Señalaron que hubo incluso amenazas y fotos difundidas desde las redes sociales.

“Esta situación nos da tristeza, vamos a hablar con las autoridades de seguridad de Santa Fe. Vamos a ir a jugar a Rosario porque corresponde, no vamos a ceder ante la violencia o las amenazas”, dijo Daniel Angelici.

También existe una pelota y un juego

La tristeza del pueblo canalla, el dolor por la injusticia de la final perdida (por un penal que no fue y un gol en posición adelantada), debería quedar atrás este domingo cuando empiece a rodar la pelota. Central y Boca ya están clasificados para la Libertadores pero el equipo de Coudet puede obtener el segundo puesto en la tabla.

Ese logró le daría la chance de jugar la Supercopa argentina, que enfrenta al campeón de primera con el de la Copa Argentina. Como Boca ganó ambos, se clasificará el segundo. Para eso, Central deberá ganar y esperar que no lo haga San Lorenzo, que marcha dos puntos arriba (juega con Atlético Rafaela en simultáneo). También está Racing involucrado, con los mismos puntos que Central y aguardando el encuentro ante Tigre en Victoria. Si hay empate de puntos, habrá partido desempate o hasta un triangular.