Aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y barcos de la Marina brasileña se movilizaban este martes en alta mar para dar con el paradero del sacerdote Adelir de Carli, quien viajaba sostenido por 1.000 globos de fiesta, pero el mal tiempo desvió su trayecto y los equipos de rastreo perdieron contacto.
De Carli, según informó hoy el canal TV Globo, salió el domingo sostenido por 1.000 globos del puerto de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, con destino a Cascavel o Maringá, ciudades del mismo estado.
Las condiciones del mal tiempo, sin embargo, desviaron su trayectoria para el litoral del vecino estado de Santa Catarina y los vientos lo llevaron mar adentro.
El religioso, quien antes de partir para su aventura celebró la misa dominical y concedió entrevistas a medios locales, pretendía imponer un récord de veinte horas de vuelo sostenido apenas por los globos.
En medio de su aventura, cuando su trayectoria se desvió, el sacerdote logró en un último contacto realizado en horas de la noche pedir ayuda por intermedio de un teléfono celular y solicitó orientación a las autoridades portuarias de Santa Catarina para poder accionar su equipo de rastreo satelital.
El 13 de enero, el sacerdote con el mismo medio de transporte recorrió 110 kilómetros, durante cuatro horas, entre Paraná y la vecina ciudad argentina de San Antonio.
Fuente: EFE
De Carli, según informó hoy el canal TV Globo, salió el domingo sostenido por 1.000 globos del puerto de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, con destino a Cascavel o Maringá, ciudades del mismo estado.
Las condiciones del mal tiempo, sin embargo, desviaron su trayectoria para el litoral del vecino estado de Santa Catarina y los vientos lo llevaron mar adentro.
El religioso, quien antes de partir para su aventura celebró la misa dominical y concedió entrevistas a medios locales, pretendía imponer un récord de veinte horas de vuelo sostenido apenas por los globos.
En medio de su aventura, cuando su trayectoria se desvió, el sacerdote logró en un último contacto realizado en horas de la noche pedir ayuda por intermedio de un teléfono celular y solicitó orientación a las autoridades portuarias de Santa Catarina para poder accionar su equipo de rastreo satelital.
El 13 de enero, el sacerdote con el mismo medio de transporte recorrió 110 kilómetros, durante cuatro horas, entre Paraná y la vecina ciudad argentina de San Antonio.
Fuente: EFE


