El gobernador, Miguel Lifschitz, advirtió que hay "alertas amarillas" en distintos sectores de la economía de la provincia. Dijo que no ve "signos claros de reactivación en la industria y economías regionales, y que el sector lácteo está en crisis". Además, expresó que el año pasado el empleo estuvo "equilibrado" gracias a las obras públicas y a un repunte del sector agropecuario.

Lifschitz aseguró que desde la provincia hicieron un "gran esfuerzo" para que el año pasado cierre en "equilibrio" con respecto a despidos. Agregó que la actividad agropecuaria "repuntó" y que la obra pública contribuyó a la generación de algunos puestos de trabajo. En tanto, apuntó que hubo despidos en comercios e industrias.

"No vemos signos claros de reactivación de las industrias y economías regionales. Nos preocupa retroceder. Ahora, General Motors anunció la suspensión de 350 trabajadores. Si bien era algo acordado con el gremio no deja de ser una señal de alerta. El sector automotriz está complicado", sostuvo en diálogo con Radio Mitre.

El ex intendente de Rosario aseguró que en Santa Fe hubo industrias que cerraron y que hay "otras en crisis, con asistencia de Nación y provincia". "Hay alertas amarillas", enfatizó.

Consultado sobre el sector lácteo, dijo que "está en crisis". "Es un rubro difícil, que viene con problemas hace años. Se suma a esto las últimas dos inundaciones, que afecta a los tamberos que tienen que sacar la producción todos los días. Hoy se vota en la Legislatura (santafesina) la aprobación de un fondo de asistencia para el sector", concluyó.

Conflicto docente

El mandatario provincial comentó que, a diferencia de la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe "no se politizó" la paritaria. "Venimos con buen diálogo. Intentamos no politizarlo. No creo que sea buena esa disputa. Puede ser positiva en términos de rédito electoral pero después dejar heridas en el cuerpo docente", señaló.