Tras varios años de evaluación, la Comisión Europea presentó un proyecto denominado “Pista de aterrizaje sin fin” para que las bases de los aeropuertos que se construyan de aquí en adelante sean circulares.

Según la investigación presentada por el organismo, el nuevo diseño de 360 grados permitiría a los aviones despegar y aterrizar en varias direcciones, acortando las trayectorias, evitando el viento de costado y facilitando el aterrizaje con cualquier clima.

La iniciativa, que data de 2012, se puso a prueba en varios simuladores y se llegó a la conclusión de que el proyecto es viable. El experto en aviación, Henk Hesselink, quién dirigió la investigación dijo a la BBC que este diseño pista permitiría ahorrar energía y reducir el impacto sonoro.

"Mi idea de una pista de aterrizaje circular es para que las aeronaves pueden despegar y aterrizar en varios puntos de ese círculo para evitar el viento lateral y tener solamente viento frontal", dijo.

Las autoridades europeas se interiorizaron en nuevos diseños de aeropuertos debido a que en los últimos años se incrementó el número de vuelos en el mundo, lo que genera congestión en los aterrizajes y en muchas bases aéreas su capacidad está siendo limitada.

"Una de las razones por lo que las pistas circulares aún permanecen en un nivel experimental es debido a los altos costos de construcción y a la necesidad de nuevos protocolos de procedimientos y técnicas", concluyó Hesselink.