El clima de la mesa en el frente a frente entre los candidatos a intendente también fue tenso aunque sin las chicanas que se vieron al aire. Hubo poco diálogo entre ambos, apenas algún comentario de ocasión en los segundos previos a la emisión y un notable silencio durante el primero de los dos cortes. Todo transcurrió con corrección más allá de lo picante del debate: la disputa, fuerte y contundente, estuvo dentro de la cancha y durante el partido, luego, como dos buenos deportistas, cada uno a su vestuario y con su gente.

Tanto Pablo Javkin (Unidos para Cambiar Santa Fe) como Juan Monteverde (Juntos Avancemos) llegaron al estudio de El Tres casi juntos, hubo tiempo para saludos y algunas fotos juntos antes de entrar en escena. Cuando se los convocó para sentarse a la mesa cada uno vino con un despliegue importante de apuntes y recursos visuales a mostrar durante el programa.

Javkin sacó chapa de intendente, con su traje azul y una cuidada imagen, se sentó y acomodó sus hojas impresas, con un papel donde fue haciendo anotaciones a lo largo de la discusión, y una serie de cartulinas con datos a las que apeló fundamentalmente en los dos últimos ejes.

Monteverde desplegó una batería de materiales sobre la mesa entre los que estaban un cuaderno (“el del Sadop -el sindicato de docentes particulares- para darle una mano a Martín -por Lucero, su secretario general, que apoya su candidatura-”, señaló distendido), un sobre papel madera (del que sacó la impresión que mostró junto a su contrincante) y un cuaderno con la foto de su rival en blanco y negro que tapó y destapó durante la emisión pero que finalmente no la mostró.

El momento más tenso fue sin duda durante el primer eje de Seguridad y Control cuando la discusión se metió de lleno en la política y los apoyos y referencias partidarias de cada uno. Ahí fue difícil mediar y más teniendo en cuenta que la idea era que los participantes pudiesen debatir cara a cara. Costó que pudieran cerrar el tema y dar paso al siguiente. Incluso se pasó del tiempo estipulado que eran quince minutos.

La tensión no aminoró en el siguiente, Transporte y Movilidad. Tal fue lo tenso del momento que ni siquiera repararon, creo, en los dos asistentes que ingresaron con ellos al estudio quienes estaban detrás de las cámaras. Tampoco en los flashes de los fotógrafos que cubrían la convocatoria.

El debate de este domingo por la noche en la pantalla de El Tres. (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

Los técnicos repararon en cómo Caren Tepp -concejala y compañera de Juan- repetía casi como un mantra los argumentos que el candidatos de Juntos traía a la mesa.

El hoy intendente se mostró más ofensivo de entrada y se notó como desde una postura poco efusiva siguió cada intervención de su oponente y sacó a relucir sus réplicas. Tampoco se preocupó demasiado por sus acompañantes. 

Ambos siguieron con la guardia en alto y sacaron a relucir, al menos, casi todo lo que tenían en la mesa. El concejal de Ciudad Futura consumió varios vasos de agua, mientras que el candidato de Unidos lo hizo menos. 

El segundo corte comercial alcanzó para retocar el maquillaje de Monteverde y no el de Javkin, quien casi no lució transpirado pese a los recaudos que tomó su equipo en la previa. Hubo acomodamiento de papeles y reorganización de la mesa. El partido entraba en zona de definiciones.

Después del minuto de cierre y ya cuando las luces se apagaron, los dos candidatos se abrazaron y saludaron a los respectivos equipos. Y cada uno se marchó por su lado. El partido había concluido.

Ahora, lo más importante será lo que el público hará con lo que dejó la discusión. Empieza otro momento muy importante que es el posdebate y qué harán los candidatos con lo que expusieron en el estudio y cuáles serán las conversaciones que vendrán tras la puesta en público.

Fue, sin dudas, el sprint final para una campaña que tiene un ballotage a la hora de elegir a quien conducirá la ciudad durante los próximos cuatro años. Los vecinos de Rosario merecían un espacio así para ver confrontar los dos modelos que se presentan para la intendencia. Otra vez la pantalla de El Tres fue la elegida para hacerlo.