El ciclo Kudelka había terminado hacía rato, pero las partes no se ponían de acuerdo para que deje su cargo. Entonces, apareció el nombre de German Burgos y todo se hizo mas rápido. Burgos no tenía experiencia, pero la puesta inteligente de la mesa directiva comenzaba a dar resultado mediático porque el país hablaba de ayudante de Diego Simeone y eso servía en épocas de campaña.

Al principio dio sus frutos, cortó la racha de las derrotas y los empates conformaban a la gran mayoría. Se veía un juego más ordenado en la última línea y por eso había conseguido tres empates seguidos y dos triunfos. Pero Newells nunca jugó bien, ni lindo, ni efectivo. Ni siquiera se observaba que los juveniles jugaran en sus puestos y eso empezó a incomodar al pueblo leproso.

Fue triste lo que mostró en el terreno con Gimnasia y en la Copa era más de lo mismo. Encima se "chocó" con el clásico de la fecha 12 y sufrió una goleada. Demasiado para poder digerir en poco tiempo y mas teniendo en cuenta que el futuro no parece ser mucho mejor.

El final del certamen fue peor que el comienzo: último en la tabla, un presidente que no se sabe dónde está y directivos que comandan la institución perdieron el rumbo y ya a esta altura están perjudicando al club.

Habrá que esperar hasta las elecciones cuando lo permita la situación sanitaria y tener un poco de esperanzas en la Sudamericana, cosa que se ve difícil. Tal vez, el técnico logre dar un cambio de imagen y pueda revertir la situación que hoy es adversa e incierta.