Las balaceras ya son parte de la agenda policial diaria en Rosario y las localidades aledañas, lamentablemente. Sin embargo, pocas veces estos episodios quedan tan brutalmente registrados como el que sucedió en Granadero Baigorria. Dos delincuentes llegaron en moto a un kiosco de barrio de esa localidad hace poco más de una semana. Armados, exigieron a los dueños, un matrimonio, que les dieran la plata de la caja y los teléfonos celulares. Los amenazaron. Les dijeron que no hicieran la denuncia en la Policía porque iban a volver. La denuncia no se hizo, pero igual regresaron este fin de semana y desataron una verdadera lluvia de balas en el frente del local. Todo quedó grabado en la cámara del negocio.

Valeria y Fabio son los propietarios del kiosoco de barrio de Granadero Baigorria. El sábado 24 de julio pasado, dos jóvenes llegaron en una moto al lugar y mostrando un arma de fuego les exigieron el dinero de la caja y los teléfonos celulares. Toda esa secuencia de robo y extorsión para que no prepsentaran la denuncia quedó grabada en la cámara del negocio.

“No le encuentro explicación, no sé, no entiendo. No sé que quieren, no tenemos problemas con nadie, tenemos un negocio para la gente del barrio”, contó Valeria este lunes en De 12 a 14 (El Tres), sin poder contener el llanto.

“Hace una semana no pidieron plata y los celulares. Yo no los denuncié porque tengo miedo”, recordó.

Y explotó en llanto cuando mencionó lo que podría haberle pasado a su pequeña niña: “Mi hija de 9 años estaba tomando agua y la pudieron haber matado. Mi casa está llena de tiros, hasta las botellas de aceite están agujereadas por las balas”, describió. 

“Vinieron a robar el sábado 24 a las 6 de la tarde, estaba lleno de criaturas porque nosotros siempre les regalamos golosinas a los chicos del barrio”, completó antes de largarse a llorar en el pecho de su esposo.

Fabio indicó que “ayer no pidieron nada, vinieron y balearon todo el frente de la casa”. Y agregó: “No tengo palabras, no tengo explicación, pero son momentos de terror lo que estamos viviendo”. 

“Yo lo veo todos los días en la televisión y ahora nos está pasando a nosotros”, expresó el hombre. Y pidió: “Queremos seguridad, queremos un móvil que patrulle, no podemos seguir así”. 

Valeria cerró: “Vamos a seguir adelante porque somos dos luchadores. Ayudamos a comedores, a copas de leche, a quienes vienen a pedir”.