La justicia Federal porteña condenó este jueves a trece integrantes de una banda narco que fue desbaratada en septiembre de 2015. Entre los sentenciados se encuentra el médico rosarino Gabriel Esteban Zilli, que fue arrestado al momento de los procedimientos en Víctor Mercante al 1100, en Arroyito.

El Tribunal Oral Federal Nº 5, integrado por José Valentín Martínez Sobrino, Adriana Palliotti y Daniel Horacio Obligado, impuso penas de hasta diez años de prisión para los miembros de la banda, a la que le secuestraron casi 40 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de arroz en el puerto de Rosario. En los operativos hechos contra la organización, realizados también en Ezeiza y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se incautaron un total de 95 kilos de esa droga.

La banda está principalmente integrada por ciudadanos colombianos. También tiene miembros argentinos, ecuatorianos y guatemaltecos. El fiscal general Diego Velasco había pedido penas de 16 y 17 años para los cabecillas.

La cocaína secuestrada en Rosario, de casi 40 kilos, estaba oculta en el cargamento de arroz de "Hambre Cero en África" en el puerto local. Ese cargamento iba a ser enviado a Europa con escala previa en Guinea Bissau.

Zilli, el médico rosarino, según fuentes judiciales, fue acusado de ser uno de los eslabones logísticos de esta organización, que tiene vinculaciones con el cartel colombiano Norte del Valle. Y fue imputado también de ser el encargado de conseguir los lugares necesarios para preparar los estupefacientes. Además de la droga, los efectivos de la Gendarmería secuestraron seis autos, que aparentemente le pertenecían.

Arroz y “Hambre cero”, las pantallas

La banda internacional vinculada con un cártel colombiano lo hizo bajo la pantalla de un plan especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denominado “Hambre Cero”. Se trata de un plan que envía alimento hacia África. Así lo informó en su momento Afip-Aduana en conferencia de prensa brindada en Buenos Aires sobre el operativo Arroz Africano.

El ahora ex director general de Aduanas, Guillermo Michel, precisó al momento de los operativos que la banda vinculada con el cártel de Los Urabeños, originario de la región colombiana del Valle del Cauca, se valió del “novedoso método” de usar estos granos para ocultar la cocaína lista para ser traficada.

Los inspectores aduaneros pasaron por un escáner cada una de las 920 bolsas de arroz secuestradas y luego las sometieron al control de los perros entrenados, añadió Michel. Como estos dieron señales de haber hallado estupefacientes, abrieron cada una de las bolsas y descubrieron que en una de ellas el arroz había sido impregnado con cocaína diluida, con un método que procuraban determinar los bioquímicos de la institución.

El veredicto

Tras rechazar los planteos de nulidad formulados por las defensas, los jueces leyeron la resolución, que quedó conformada de la siguiente forma:

Germán Marín López - 10 años de prisión (tentativa de contrabando de exportación agravado, tenencias con fines de comercialización, asociación ilícita)

Edilberto Vargas Fernández - 9 años (contrabando de exportación, asociación ilícita)

Carlos Olmedo Silva Cárdenas - 8 años (contrabando de exportación, asociación ilícita y absuelto por dos hechos).

Gabriel Esteban Zilli - 8 años (contrabando de exportación, tenencia de arma de fuego).

Williams Triana Peña - 7 años (asociación ilícita)

Mario Alberto Lara Guerra - 6 años (asociación ilícita)

José Ramírez Cuartas - 5 años (contrabando de exportación -un hecho-, asociación ilícita)

Víctor Camargo López - 4 años y medio (asociación ilícita)

Diana Suárez Heredia - 4 años y medio (asociación ilícita)

Jorge Trujillo Sánchez - 4 años (asociación ilícita)

Juan Alberto Banesevich - 4 años y medio -contrabando de exportación agravado

Juan Carlos Ojeda - 4 años (asociación ilícita).

César Macías Loor - 3 años y medio (asociación ilícita).

Además, resultaron absueltos Wilmar Valencia Estrada, Eugenio Ardila Angulo, Carlos Pardey Rozo, Carlos Potez Ramírez, Guillermo Heisinger, quienes habían llegado al debate acusados de integrar una asociación ilícita.

La causa

Luego de una extensa investigación, el 17 de septiembre de 2015, Gendarmería secuestró en el puerto de Rosario casi 40 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de arroz. Los estupefacientes tenían como destino Marruecos y las islas de Guinea Bissau. La pesquisa había comenzado en 2011 a partir de información brindada por la Policía Nacional de Colombia y la Comunidad de Policías de América (Ameripol), que advirtió sobre el funcionamiento de una organización ligada a la narcocriminalidad conformada mayormente por ciudadanos colombianos. 

En representación del Ministerio Público Fiscal actuaron el fiscal federal Federico Delgado en la instrucción de la causa, con asistencia de las procuradurías de Narcocriminalidad (Procunar) y de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). El entonces juez federal Sergio Torres estuvo a cargo de la causa en la cual se pudo detectar, además, la exportación a España y Nueva Zelanda de cocaína “con un alto grado de pureza”, según publicó el sitio web Fiscales.gob.ar.

Asimismo, el 14 de agosto de 2014 la División Drogas de la Dirección General de Aduanas interceptó en el aeropuerto internacional de Ezeiza casi un kilo de cocaína oculta en envases de kétchup que portaba un pasajero que intentaba viajar hasta Bangkok, Tailandia. En otro procedimiento, realizado el 17 de enero de 2015 en Palermo, se secuestraron otros 84.955 gramos de cocaína. Los estupefacientes se encontraban subdivididos en 79 paquetes.

Durante su alegato, el fiscal Diego Velasco resaltó que los imputados usaron medidas de "contrainteligencia" para evitar ser descubiertos. En este sentido, señaló que existió un “canal paralelo de comunicación” entre los miembros de la asociación ilícita a través de celulares BlackBerry para poder hablar puntualmente de las actividades narcocriminales. Dicha modalidad fue detectada por las escuchas de las conversaciones entre los acusados, que señalaban en múltiples ocasiones que las cuestiones importantes debían ser dialogadas a través de los "teléfonos negros". Asimismo, la existencia de los aparatos mencionados fue corroborada en posteriores allanamientos.

Otro de los elementos que caracterizaron a la asociación delictiva, según la fiscalía, fue la estructura jerárquica con la cual funcionaba. En efecto, la exposición dio cuenta de la verticalidad y la coordinación instrumentada por los acusados que se encontraban en el estrado superior de la cadena de mando.