“Que por el Mundial no oculten tu muerte. Te arrebataron la vida. Otra vez ganan los narcos y la pagan los buenos”, posteó una prima de Franco Gastón Batalla, el joven de 27 años asesinado este lunes por la noche en su casa de Uruguay al 5900.

El móvil del crimen está bajo investigación. Los indicios preliminares dan cuenta de que la víctima era ajena al mundo criminal y pagó con su vida las broncas de otros, o bien le disparon por ser vecino de un búnker. En la misma línea se expresaron allegados a Batalla en las redes sociales.

Batalla fue acribillado minutos antes de las 21 cuando estaba en la vereda haciendo unos arreglos a Peugeot 505 junto con su padre.

El homicida, aseguraron testigos, fue un tirador que bajó de una moto, disparó y dejó un cartel manuscrito en cartón: “Berraco, hacé caso, gil, que la mafia no te va a perdonar”. Berraco en Colombia significa temerario, y es un término popularizado a partir de la serie El Patrón del Mal, que cuenta la vida de Pablo Escobar Gaviria.

En el auto quedaron estampados varios impactos. En total, los peritos contaron 11 vainas servidas 9 milímetros.

Pese a que la víctima fue trasladada al Heca, falleció poco antes de las 21.30 producto de múltiples heridas.

Mario, un vecino, contó en Radio 2 que Batalla sufrió los impactos mientras estaba sentado en el asiento del condutor del 505: “Se bajaron dos pibes con casco y directamente lo acribillaron”.

“Nacieron ahí, trabajan comprando y vendiendo chatarra todo el día, lo que pasó es algo muy feo”, agregó el hombre sobre la víctima y su entorno.

Emanuel, un hermano de Franco, lamentó en un posteo de Facebook: “Se llevaron un inocente: mi hermano no le hizo daño a nadie nunca, ni tenía broncas con nadie”. En el mismo sentido se expresó una prima, Damaris: “Es tan injusta la vida, otra vez ganan los narcos y la pagan los buenos”.

En el lugar hay un pasillo profundo con varias viviendas, una de las cuales está apuntada como aguntadero de un grupo de transeros. No estaba claro si el ataque tenía como objetivo a Batalla o bien lo mataron para “quemar” el lugar.

Desde mediados de noviembre, el rectángulo delimitado por las avenidas Avellaneda, Presidente Perón, Provincias Unidas y Seguí fue escenario de un recrudecimiento de la violencia callejera. Uno de los hitos más recientes fue el crimen de Jorge Raúl Gerez, un albañil de 57 años que era vecino de una boca de expendio de drogas y murió acribillado el 1º de diciembre frente a su casa de Cullen y Saavedra. El hombre salía de la vivienda y recibió los disparos que, asegura su entorno, estaban dirigidos al búnker de la cuadra.