La seca sigue poniendo presión sobre la faena de hembras. Si bien estacionalmente el número tiende a ceder, desde Rosgan indicaron que los datos de septiembre aun muestran un elevado número de hembras trasladadas con destino a faena, “algo que al sostenerse en el tiempo compromete directamente la capacidad de recuperación del stock futuro”
Aun sin poder poner un número cierto a la cantidad de terneros que se habrían perdido este año por fallas en las preñeces, está claro que la seca ha tenido su efecto y se conocerá una vez publicados las cifras de stock final al 31 de diciembre de este año. Sin embargo, más allá de este impacto ya descontado, preocupa la cantidad de hembras que se siguen sacrificando a causa de una seca que no termina de ceder y que, de prolongarse, podría comprometer una nueva temporada de procreo.
De acuerdo a los datos que surgen de los documentos de traslado (DTe), septiembre habría registrado nuevamente más del 49% de hembras en la faena, entre vacas, vaquillonas y terneras, un umbral que comienza a alertar tras seis meses de elevada participación. Si bien en años recientes como 2019 y 2020, se registraron picos de alta faena de hembras, éstos han coincidido con los momentos pico de salida estacional (abril-mayo-junio) de vacas. Sin embargo, este año la alarma se enciende por la persistencia de estos indicadores aun por fuera de estos picos estacionales.
En este sentido, para encontrar momentos de fuerte extracción de hembras por períodos prolongados de tiempo, los expertos admitieron que es necesario rememorar lo sucedido en los años 2008-10, asociados a un marcado proceso de liquidación.
“En lo que va del año, hemos sacrificado unos 5,28 millones de hembras, 740.000 más que lo registrado de enero a septiembre del año pasado. De ese total 2,35 millones son vacas, 435.000 más que el año pasado cuando la seca aún no había empezado a mostrar su peor efecto”
En términos relativos a los 23,1 millones de vacas registradas en stock a inicios del período, la faena actual representa algo más del 10%, reflejando a la fecha otro dato alarmante.
“Afortunadamente, a diferencia de aquel entonces en el que transitábamos el pleno apogeo de un modelo político e ideológico que resultó sumamente adverso para el sector, el país se encuentra ante la posibilidad de nuevo cambio de ciclo. Mas allá de los diferentes matices que ofrece cada una de las principales opciones electorales que se enfrentaran a las urnas en las próximas semanas, todos parecen coincidir en la necesidad de descomprimir la presión que sufre el sector productivo atentos a la enorme potencialidad que ofrece una Argentina abierta al mundo”, destacaron los expertos.
Y concluyeron: “esas son las expectativas que en definitiva subyacen en este proceso de reconstrucción, marcando el verdadero cambio en el ciclo ganadero”

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