Al inicio de la campaña, el Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER) proyectaba que el área destinada a la producción de maíz de primera se ubicaría en un valor cercano a lo registrado el año anterior (378.900 ha). No obstante, las escasas precipitaciones, fundamentalmente en la costa del Paraná (con un marcado déficit en los departamentos Paraná, Diamante, Victoria y Nogoyá), han sido la causa de que difícilmente se logre concretar la superficie planificada.
A la fecha, se concretó el 63 % de la intención de siembra y por eso, según recuerda el reporte semanal, normalmente la siembra del cereal en la provincia inicia hacia fines de agosto y excepcionalmente se extiende hasta mediados de octubre, concentrándose las labores en setiembre.
El avance en la siembra de maíz de primera es el más bajo de los últimos cinco años. A esta altura del mes, las labores prácticamente se encuentran cerca de su finalización. Por ejemplo, el año pasado al 28/set la siembra había concluido, por lo tanto, existe un retraso en las labores del 37 %.
En el corto plazo, los pronósticos climáticos no dan señales de que se puedan producir precipitaciones que logren cambiar el escenario que domina la costa del Paraná.
Posiblemente, a excepción del sector Oeste, en el resto del territorio se logre alcanzar la intención original.
Pero el SIBER considera que, en el ciclo 2022/23 sector Oeste representó el 37 % (141.300 ha) del área total cultivada con maíz de primera. En estos departamentos en los últimos 15 días hubo un progreso de tan sólo el 7 %, con el agravante de que, lotes sembrados con escasa humedad a la espera de lluvias que no ocurrieron deban ser resembrados.
En consecuencia, muchos productores han tomado diversas estrategias:
- Incrementar el área destinada al sorgo, debido a que necesitan grano para el consumo animal;
- Incrementar el área de siembra de maíz tardío
- Reducir el área de maíz de primera y reemplazarlo por soja de primera.
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