Hace tan solo cuatro días las temperaturas eran más parecidas a las de verano que a las del invierno: con máximas que oscilaban los 24 y 26°C. A partir del día viernes 9, el ingreso de un sistema frontal frio provocó un gradual descenso térmico que culminó con heladas meteorológicas.
A comienzos de semana los termómetros se hundieron casi 30° y los suelos de la región núcleo amanecieron cubiertos de un manto blanco, un fenómeno que en realidad abarcó casi la totalidad de la región pampeana.
En el trigo, las bajas térmicas pueden afectar la velocidad de emergencia y crecimiento en el 19% que ya está implantado. En donde falta sembrar, estas heladas favorecerán el secado del terreno en los sectores de la región que presentaban excedentes hídricos tras los últimos eventos de lluvias, por lo que se destrabarán las labores de siembra.
En el maíz, las que saldrán beneficiadas por estas heladas son las casi 1 millón de hectáreas que se sembraron tardíamente y que aún restan cosechar. Las bajas temperaturas apurarán el secado, adelantando las labores de cosecha.

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