Mercado inmobiliario rural: los valores tocan fondo y los campos agrícolas dan expectativas

La CAIR elaboró un informe sobre la situación del mercado y reconoció que "el proceso de baja de valores se detuvo". ¿Qué pasa con los arrendamientos?

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La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) elaboró un informe sobre la situación del mercado durante el segundo semestre de 2022.

A la hora de analizar la compraventa, conscientes que el clima, la política y algunos factores externos inciden directamente en una actividad que se mueve al compás de las expectativas, los empresarios del sector señalaron que en ese período hubo mayores consultas y una mayor cantidad de pedidos concretos de inversores por campos agrícolas “muy buenos”. Eso sí, se registraron operaciones mayormente por un valor menor al de las aspiraciones que presentaba el vendedor.

De cara a lo que viene, desde CAIR estiman que “el proceso de baja de valores se detuvo” y afirman, aunque no en forma categórica, “que ya habría un piso en los valores de la tierra”. Al respecto, analizaron: “las pretensiones de los vendedores comenzaron a mantenerse más firmes, incluso con algún signo de recuperación para campos agrícolas de alto potencial”.

Cabe destacar que la referencia alude a campos agrícolas de buena aptitud y bien ubicados. Los campos extra-pampeanos “siguen siendo de lenta colocación” y para este tipo de operaciones aparecen plazos de pago o facilidades de pago, incluso en algunos, (los menos), que se negociaron en kilos de carne.

Alquileres – Arrendamientos

Respecto del rubro, la dinámica es absolutamente distinta a la compra-venta. El simple hecho que sea una actividad tomadora de pesos genera que cualquier excedente se vuelque de inmediato a la producción agropecuaria, tanto hacia la agricultura como a la ganadería, actividades que nunca se detuvieron a pesar de tantas vicisitudes.

“La demanda se mantuvo alta, sostenida y firme para campos agrícolas; y cada vez más firme para campos ganaderos en toda zona productiva, al punto de poder aseverar que en esta campaña quedó insatisfecha por segundo año consecutivo”, destacaron desde la entidad.

Como es lógica del mercado, dicha situación ha producido el aumento del valor de los alquileres, que se suponía, encontraría un equilibrio para la presente campaña, pero no sucedió así, sino más bien el incremento en los valores continuó, aunque en menor medida durante este segundo semestre, en torno al 5 o 10%.

Conclusiones

Sin duda, el segundo período de 2022 ha sido mejor que los últimos tres o cuatro semestres anteriores. En los últimos meses, el mercado comenzó una lenta pero sostenida recuperación de la actividad.

La existencia de pesos en el mercado y su difícil resguardo ante índices altos de inflación derivó en que una gran parte de ellos fueran volcados a los alquileres de campos agrícolas y ganaderos.

“Nuestro país tiene la capacidad de generar alimentos para abastecer los mercados externos. Con reglas claras y manteniéndolas en el mediano plazo, sin asfixiar al sector, continuará creciendo la producción, ganadera y las economías regionales; sin perjuicio de que la sequía es un punto álgido, inmanejable por cierto, que puede alterar el resultado final”, reflexionaron los empresarios.

De todas maneras, concluyeron: “creemos que la oportunidad está intacta, sólo depende de certidumbre y la claridad política, que no sean zigzagueantes en el futuro mediato”. Y, sobre los valores relativos de la tierra, expresaron: “están en relación al contexto mundial en niveles bajos, debemos esperar, que acompañados de normas y precios más libres, una recuperación de sus valores, pues la tendencia de todos los mercados es a buscar su equilibrio equiparando los mismos”

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