El Gobierno nacional trabaja junto a empresarios del turismo para lanzar una nueva edición del plan PreViaje, que volverá a otorgar beneficios a quienes decidan vacacionar por el país. La idea es que comience a funcionar en agosto, de cara a las próximas vacaciones de verano.
El mecanismo del beneficio sería la devolución del 50% de gastos en viajes y otros consumos realizados, a través de créditos que estarán disponibles para ser utilizados a partir de diciembre de este año.
El ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lemmens, se reunirá con Gustavo Hani, presidente de la Cámara Argentina de Turismo, para realizar un balance de la temporada de invierno y preparar el lanzamiento del PreViaje 2022.
Desde el sector empresarial piden que este programa se quede de forma definitiva. “Pretendemos que sea un incentivo para el turista, todos los años, tanto para el extranjero como para el argentino, pero que no dependa de un Gobierno o un funcionario, sino que sea una política de Estado”, había dicho a Infobae.
Los requisitos para acceder a la devolución de los gastos serán similares a los de la edición anterior: por las compras realizadas ante prestadores turísticos inscriptos en el Programa (alojamientos, agencias de viaje, transporte o excursiones, entre otros) se recibe un crédito equivalente al 50% del total abonado.
El dinero se regresará a los consumidores a través de una tarjeta o billetera electrónica del Banco Nación que luego puede usarse para adquirir nuevos servicios turísticos, en gastronomía, entretenimiento o cines y teatros.
La etapa anterior se había implementado en septiembre y los créditos podían usarse a partir de enero. Ahora podría utilizarse desde diciembre de este año, con lo que se abarca un mes más de la temporada de verano. Además, se ampliarán los fondos y se trabaja para que los créditos obtenidos en la tarjeta PreViaje se puedan usar en actividades culturales como espectáculos teatrales y musicales, salas de cine, artesanías, entre otros.
La inversión estatal de la última edición fue de $15 mil millones, que fueron inyectados a alojamientos, agencias de viajes, transporte, excursiones, gastronomía y centros turísticos.
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