El ecosistema de las criptomonedas, lejos de ser un nicho para entendidos en tecnología o finanzas, demuestra día a día su capacidad para permear en los aspectos más inesperados de nuestra vida. Ya no hablamos solamente de una reserva de valor o un activo para especular; estamos presenciando una integración silenciosa pero imparable en la infraestructura que sostiene nuestra cotidianidad. Y cuando uno cree que ya lo ha visto todo, surge una iniciativa que redefine por completo los límites de lo posible. Desde Brasil, nuestro principal socio comercial, llega una propuesta que podría cambiar para siempre la forma en que interactuamos con el dispositivo más tradicional de nuestros hogares: el televisor.
¿Se imaginan un universo donde la programación televisiva se fusione con la Web3, las stablecoins, los NFTs y hasta las monedas digitales de bancos centrales (CBDCs)? Bueno, dejen de imaginarlo, porque el gobierno de Lula da Silva ya puso la firma a un decreto para regular lo que denominan la “TV 3.0”, un proyecto que pretende arrancar el próximo año. Esto va mucho más allá de una simple mejora en la calidad de imagen o sonido. Estamos hablando de la creación de un ecosistema interactivo en tiempo real, donde las personas podrán interactuar con los contenidos, integrar aplicaciones y, lo más disruptivo, realizar compras o participar en votaciones directamente con el control remoto. Varios expertos ya han levantado la mano para aclarar que esto no tiene precedentes; es la convergencia definitiva entre medios de comunicación, consumo y finanzas directamente en la pantalla de cada hogar. La idea es tan ambiciosa que busca combinar la señal de televisión abierta con internet, creando un abanico de servicios nunca antes visto.
La televisión del futuro: ¿Un centro de operaciones financieras en tu living?
Analicemos fríamente la magnitud de esta propuesta. Si la tecnología 3G en nuestros celulares nos permitió, con suerte, abrir un correo electrónico y el 4G popularizó el video, la TV 3.0 promete ser un salto cuántico en la experiencia del usuario. El CEO de FWK, Eduardo Freire, lo explica con una gran claridad: la evolución podría escalar rápidamente hacia paquetes de contenidos personalizados, la ejecución de micropagos y la gestión de nuestra identidad digital. Pensemos por un momento en las implicancias. ¿Qué pasaría si mientras vemos un partido de fútbol, podemos apostar en tiempo real a través de una aplicación integrada, o si durante una novela, podemos comprar el vestido que usa la protagonista con solo apretar un botón? Aquí nace un concepto completamente nuevo: el t-commerce (comercio televisivo). Las transacciones no solo serían instantáneas, sino también medibles, abriendo un universo de datos para que las empresas puedan ofrecer experiencias cada vez más personalizadas.
En esta nueva dinámica, el control remoto se convierte en una herramienta fundamental, actuando como un complemento directo de nuestro celular para validar y completar esos pagos. Si el proceso logra ser simple, seguro y, muy importante, reversible, la televisión podría recuperar su trono como la principal plataforma de inclusión digital del país. Y no nos equivoquemos, Brasil no está soñando en el vacío. Esta audacia se respalda en una realidad contundente. El último informe de Chainalysis ubica al país en el quinto lugar a nivel mundial en adopción de criptomonedas. Además, la infraestructura de pagos digitales ya existente, como Pix y el sistema de Open Finance, proporciona una base sólida sobre la cual construir este ambicioso futuro. Como bien afirmó Freire, la integración de estas tecnologías puede “convertir a la televisión en el principal puente entre millones de brasileños y la economía digital”. ¿Estamos presenciando el nacimiento de un nuevo estándar global originado en nuestra propia región?
Latinoamérica, la tierra prometida de las Stablecoins y la adopción cotidiana
Aunque el proyecto brasileño parece sacado de una novela de ciencia ficción, es en realidad la punta del iceberg de un fenómeno mucho más amplio que está ocurriendo en toda América Latina. La región se está consolidando como un terreno fértil para la adopción masiva, especialmente en lo que respecta a las stablecoins. Imran Ahmad, director general de Bitso Business, fue categórico: “Estamos viendo un crecimiento exponencial ahora mismo. La adopción de stablecoins se está volviendo cada vez más común, tuvimos un incremento del 100% durante el año pasado”. Este no es un dato menor; habla de una duplicación en el uso de monedas estables en tan solo doce meses.
La gente está empezando a entender que las criptomonedas no son solo para “hodlear” esperando una suba meteórica. Se están convirtiendo en una herramienta funcional para el día a día. Desde Polygon, otra de las grandes redes del ecosistema, confirman esta tendencia: registraron un aumento del 141% en transferencias minoristas de USDC durante 2025, y América Latina fue la región que más traccionó este crecimiento. El dato nos toca de cerca: en Argentina, la mitad de todas las transferencias de stablecoins se realizan en USDC. Esto demuestra que los usuarios minoristas ya han incorporado estos activos en su cotidianidad, probablemente para protegerse de la inflación, enviar remesas o simplemente realizar pagos de una manera más eficiente. Como sentenció Aishwary Gupta de Polygon, “para América Latina, creemos que esto es sólo el comienzo”.
Esta revolución no sucede por arte de magia. Se apoya en una infraestructura blockchain que se está volviendo fundamental para la innovación financiera regional. Vemos ejemplos concretos aquí mismo, en Argentina, con la alianza entre YPF Luz y Justoken para crear una plataforma basada en blockchain destinada a comercializar y gestionar energía eléctrica de manera más eficiente. Esto es la prueba fehaciente de que la tecnología está trascendiendo el ámbito puramente financiero para resolver problemas del mundo real. Mientras tanto, en Estados Unidos, gigantes como US Bancorp han decidido relanzar sus servicios de custodia de activos digitales para inversores institucionales, una señal inequívoca de que el capital inteligente está volviendo con fuerza. La demanda es tan alta que, según la firma de servicios financieros River, las empresas privadas y públicas están absorbiendo Bitcoin casi cuatro veces más rápido de lo que los mineros pueden producir nuevas monedas. Este apetito voraz es el combustible que alimenta toda la innovación que estamos presenciando.

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