Moodys rebaja la deuda crediticia de USA y el gobierno se puede quedar sin financiamiento el 17-11

Implicaciones de la rebaja crediticia de Moody's a EE. UU. y su impacto en los mercados financieros, la deuda soberana y las posibles consecuencias económicas

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La noticia que ha estremecido a Wall Street llegó de la mano de Moody's, la agencia crediticia de renombre. El viernes pasado, tras el cierre del mercado, Bloomberg informó que Moody's había rebajado la calificación de la deuda estadounidense. Este anuncio desencadenó una serie de reacciones, tanto desde la Administración Biden como desde el Departamento del Tesoro, donde Janet Yellen expresó su desacuerdo y consideró la decisión injusta en un momento inoportuno.

Esta rebaja de calificación pone de manifiesto un problema fundamental que podría recordar a crisis anteriores. Desde la burbuja de las empresas tecnológicas en el año 2000 hasta la crisis inmobiliaria y bancaria de 2008, y más recientemente la crisis del COVID-19 en 2020, ahora nos enfrentamos a la crisis potencial de los gobiernos.

La pérdida de confianza en la economía se manifiesta en la base actual de la fortaleza estadounidense, que descansa principalmente en su poder militar. Aunque las tensiones geopolíticas, como las relacionadas con Israel y Ucrania, han mantenido la atención mundial en la fuerza militar de Estados Unidos, se desvía la mirada del verdadero problema: la financiación de estas operaciones, sostenida en gran medida por deuda. Sin embargo, Moody's puso el foco de nuevo en la deuda soberana y la crisis crediticia, que es un tema de vital importancia y de larga data.

La rebaja crediticia tiene repercusiones directas en los Credit Default Swaps (CDS), que ahora se han disparado a niveles preocupantes, alcanzando los 57.38, según datos de Bloomberg. Este aumento obligará a Estados Unidos a emitir más deuda con tasas de interés más altas, incrementando el déficit presupuestario y comprometiendo aún más la capacidad del país para pagar los intereses de su deuda.

La pérdida de confianza en la economía también afecta al dólar estadounidense, erosionando su valor y credibilidad. Este deterioro se traduce en una necesidad urgente de emitir más dinero para hacer frente a las obligaciones financieras, una estrategia que, según algunos, solo contribuirá a problemas inflacionarios a largo plazo.

Además, el expresidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ha sugerido que la solución a los problemas actuales es la impresión continua de dinero, una medida que, según él, resolverá los problemas inflacionarios y económicos hasta 2024 o 2025. Sin embargo, esta perspectiva genera incertidumbre y preocupación entre los inversores.

El 17 de noviembre se presenta como una fecha crítica, ya que muchos contratos de derivados financieros vencerán, y además, existe la posibilidad de un cierre del gobierno estadounidense si no se eleva nuevamente el techo de gasto. Esto dejaría al gobierno sin fondos para cumplir con sus obligaciones financieras, una situación que el mercado valora con un 2% de probabilidad, según datos recientes.

La rebaja de Moody's ha tenido un impacto inmediato en el mercado. El índice de volatilidad, VIX, ha experimentado un aumento, y los bonos de 30 años muestran una leve alza en sus tasas. El dólar, por su parte, ha tenido movimientos significativos, con el índice del dólar disparándose y el euro-dólar mostrando signos de fortalecimiento. Esto podría sugerir una posible corrección en los índices bursátiles y un aumento en las tasas de interés de los bonos en los próximos días.

En este escenario, la confianza en la economía estadounidense se ve amenazada, y la dependencia de su fortaleza bélica como principal  fuente de confianza se vuelve insostenible a medida que los problemas financieros se magnifican. China, por su parte, ha dejado de comprar deuda estadounidense en los últimos dos años, y la visita del presidente chino a Washington refleja la necesidad de colaboración militar y la solicitud de reconsiderar la compra de deuda.

En este contexto, es fundamental que la Administración Biden y los líderes financieros adopten medidas decisivas y realistas para abordar los desafíos actuales y establecer bases sólidas para el futuro. Ignorar estas problemáticas podría tener consecuencias devastadoras para la estabilidad económica no solo de Estados Unidos, sino también a nivel global.

En definitiva, la rebaja crediticia de Moody's actúa como un llamado de atención recordándonos la necesidad de una gestión financiera prudente y políticas económicas que promuevan la estabilidad a largo plazo. El camino no será fácil, pero enfrentar estos desafíos con determinación y visión estratégica será esencial para construir un futuro económico sólido y sostenible.

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