Apasionado por los aviones de chico, ahora pilotea una escuela rosarina con vuelo propio

Es piloto comercial, tiene menos de 30 años y creó un emprendimiento que busca formar nuevos profesionales de la región en aviación 

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Es la primera generación de su familia que se dedica a la aeronáutica. Su pasión por los aviones comenzó desde chico y con 21 años decidió capitalizar su interés de forma profesional. Así fue como Lautaro Roberti, de 28 años, inició su carrera y se convirtió en piloto comercial. La actividad le permitió recorrer el país de punta a punta pero estar lejos de su familia y amigos lo impulsó a reinventarse sin dejar a un lado su vocación. Desde hace ocho meses abrió las puertas de We Fly, una academia de vuelo que brinda carreras afines y pretende conectar a los egresados con los aeropuertos de la provincia.  

“Cuando salí del secundario me fui a vivir a Europa lo que me permitió formarme y alcanzar un muy buen nivel de inglés. Si bien no es excluyente es una herramienta muy importante en aviación y lo recomiendo”, explica a Ecos365 Lautaro y agrega que a la vuelta de su experiencia afuera fue cuando se decidió a empezar a estudiar para convertirse en piloto.  

“Para sumarse a cumplir el sueño de volar solo hace falta ser mayor de 18 años y tener el título secundario.

Soñar alto le permitió volar por toda la Argentina, pero al mismo tiempo el sacrificio de estar lejos de sus seres queridos por mucho tiempo y en ocasiones especiales como Navidad o Año Nuevo lo impulsó a darle una vuelta a su carrera. Eso sumado a que durante su etapa de estudiante notó algunas falencias en cuanto a la pedagogía y sintió que con su impronta podía ofrecer una propuesta superadora.  

“Luego de dos años detrás de las certificaciones, tanto la escuela como los instructores a cargo están avalados por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Los cursos con títulos oficiales que ofrecemos son para formar pilotos y tripulantes de cabina”, cuenta a este medio Lautaro al tiempo que remarca que están aguardando por nuevas certificaciones para la operación en superficie, es decir para cubrir puestos como señalaros de aeródromos y operadores de carga.  

La escuela cuenta con sus oficinas administrativas y aulas en la ciudad y su aeródromo con planta de combustible propio se ubica en Iberlucea.  

Asimismo, entre los planes para el futuro, el emprendedor aspira a poder realizar acuerdos con la Provincia para poder ser facilitadores exclusivos de cursos para el personal que deseen contratar para cargos aeroportuarios como así también la posibilidad de generar becas de estudio. Hasta entonces, la escuela cuenta con sus oficinas administrativas y aulas en la ciudad y su aeródromo con planta de combustible propio se ubica en Iberlucea.  

“Para sumarse a cumplir el sueño de volar solo hace falta ser mayor de 18 años y tener el título secundario. Si bien la carrera de tripulante tiene más aforo, notamos que inclusive las mujeres van ganando cada vez más terreno en la aeronáutica y estamos orgullosos de tener en nuestros cursos futuras comandantes ” detalla Roberti.   

El titular de We Flay describe que se trata de carreras más bien prácticas, que implican muchas horas de vuelo y que en general, el 50 por ciento de quienes se inscriben para ser pilotos lo hacen como hobbie y solo la otra mitad se dedica exclusivamente al oficio. Vale destacar que son cinco las licencias que habilitan a una persona pilotear un avión: piloto privado; piloto comercial; instructor; piloto comercial de primera y transporte de línea aérea.  

De acuerdo a la experiencia de Lautaro, lo más importante para quienes se vuelquen por esta carrera es la constancia, tener criterio de seguridad y la pericia para actuar ante un inconveniente. Está demostrado que el 95% de los accidentes son por fallas humanas, por eso es fundamental estar bien entrenado y capacitado. 

“En nuestra escuela contamos con un servicio de seguimiento satelital para supervisar cada vuelo, con instructores que son renombrados en el ambiente y además estamos dentro de la zona de control del Aeropuerto de Rosario por lo que nuestros movimientos son coordinados”, redondea. 

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