Asador a domicilio: el emprendimiento que empezó en una casa y hoy es furor en Italia

Emigró al viejo continente en busca de oportunidades y montó un negocio con lo que mejor sabía hacer. Ahora asa para multitudes con cortes de carne bien argentinos

     Comentarios
     Comentarios

Hace 17 años Walter Marzocchini se instalaba en Tolentino, una ciudad de 14 mil habitantes en Italia, a 250 kilómetros de Roma. Lleno de ilusión y sin saber el idioma, allí lo esperaba su hermano mayor para dar sus primeros pasos. Fue un talento netamente argentino lo que lo llevó a descubrir la veta para montar un negocio. De hacer asados para los amigos, pasó a que lo contrataran como asador a domicilio en casas de familias y hasta llegó a asar 400 kilos de carne en una fiesta municipal para 2000 mil personas.

Según describe el santafesino, oriundo de Rufino y de familia de carniceros, la clave del éxito de su emprendimiento es el boca en boca. Para los italianos, fue toda una novedad y aún lo sigue siendo, la aparición de un catering de carne asada en manos de un experto. Eso sumado a que si bien la materia prima es local, los cortes vacunos que elige Walter son argentinos, lo que le da un valor agregado y es su diferencial.

Cabe destacar que la carne argentina con hueso no se puede exportar por restricciones sanitarias. Al mismo tiempo que por costumbre, la costilla o el matambre en esa zona la suelen utilizar para puchero o carne picada. Por lo que la gente los revaloriza al descubrir su sabor a las brasas.   

Sin ponerle nombre y sin necesidad de publicidad, la iniciativa la lleva adelante desde hace 14 años, junto a otros dos socios argentinos, uno de Chaco y otro de Buenos Aires. Con inventiva se ocuparon hasta de fabricar sus propias parrillas desmontables con las que se trasladan a donde los llamen. “Llevamos todos los elementos para hacer el asado, cocinamos y nos retiramos. En cada evento los organizadores o anfitriones se ocupan del resto de las tareas”, aclara a Ecos365 Marzocchini.

“En temporada de verano trabajamos muchísimos y nos llaman de toda la zona. Inclusive llegamos hasta Milano, a 450 kilómetros de acá”, cuenta y agrega que sus principales clientes son empresas o fábricas de hasta 500 empleados que eligen su servicio para fiestas de fin de año o eventos especiales.

“También nos llaman para celebraciones tradicionales organizadas por las comunas. Una vez, un intendente ganó las elecciones e hizo una fiesta para 2000 personas con diferentes propuestas gastronómicas. A nosotros nos tocó asar 400 kilos de carne”, explica el emprendedor y cuenta que su proveedor es su hermano, quien tiene su carnecería propia y continua con el oficio de la familia.

Walter Marzocchini junto a su hermano, su esposa y una empleada del restaurante

Pero no es solo eso lo que comparten los Marzocchini. La buena aceptación de los asados y su atención personalizada los impulsaron a expandirse con otra unidad de negocios también con sello argentino. Hace cuatro años y junto a la esposa de Walter montaron “La Tana del Asador”, un restaurante donde se puede degustar además de carne asada, vino argentino, dulce de leche, empanadas y pastel de papa entre los platos destacados.

“Tratamos siempre que el personal sea argentino. En Tolentino hay muchos jóvenes de Córdoba y familias enteras de todo el país que llegaron en los últimos cinco meses. En total seremos unos 80", detalla el menor de los hermanos y recuerda cuándo a él le tocó empezar de cero. 

Por último cuenta a este medio que el nombre que eligieron para su parrilla tiene un juego de palabras. En italiano "tana" significa cueva aunque en castellano podría pensarse que se hace referencia a una mujer. En este caso su esposa que es parte de la sociedad y con la que tiene dos hijos. 

Comentarios