La ampliación de la brecha cambiaria vuelve cada vez más tentadora la opción de cambiar el auto por un 0km, porque con muchos menos dólares billetes es posible llevarse un modelo hasta no hace mucho inalcanzable para el consumidor promedio. Sin embargo la oportunidad parece tener fecha de vencimiento, ya que las restricciones del Gobierno achicaron la gama de modelos disponibles, las terminales no esperaban el nivel de ventas que están registrando y por eso cuentan con menos stock, y empieza a haber cierta reticencia en algunos vendedores que ante el ruido cambiario, no saben a qué precio desprenderse de las unidades porque desconocen cuánto les saldrá reponerlas. Mientras el mercado parece estar en transición, los vehículos de producción nacional, sobre todo las pick ups, ganan terreno en el ranking de ventas por el resultado favorable de la ecuación precio-calidad, en tanto que los importados, más que nada los de lujo, quedaron en el fondo de la tabla.
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La brecha es la principal razón por la que el mercado automotor se está moviendo desde su reapertura hace cuatro meses. Y las nuevas restricciones cambiarias no hicieron más que potenciarla. Aquel que tiene unos dólares ahorrados recibe en el mercado paralelo cerca de $130 por cada uno de ellos, y a la vez puede comprar un vehículo a una cotización de $80. Y si bien los referentes consultados por Ecos365 coincidieron en que en algún momento esa diferencia se saldará con suba de precios, la oportunidad ahora es más grande que nunca. “Hoy si tenés un dinero y no sabés que hacer te conviene comprar porque mañana puede estar más caro”, admitió Alfredo Pesado Castro, cuya concesionaria maneja Volkswagen, Renault y Chvevrolet.
Claro que los autos pueden estar baratos en dólares, pero no necesariamente en pesos, por lo que la inversión tampoco está al alcance de todos. “Mientras en 2013 un auto salía más o menos seis sueldos medios, y hoy cuesta casi el doble. Hay mucha distorsión de precios relativos”, admitió y agregó que en estos meses los valores de los 0km se ajustaron un poco por encima de la inflación. Pero pese a que se terminaron los agresivos descuentos de años atrás, continúan atractivas líneas que permiten financiar hasta un 40% del vehículo, en algunos casos a tasa cero durante un año, 15% en 24 meses y en torno al 24% en 36 meses. “Hoy el negocio pasa por endeudarse en pesos a tasa fija”, sentenció Marcelo Buzzoni, jefe de Ventas de Giorgi Automotores.
Los ingresos del campo por una buena cosecha, sumado a que muchas empresas y particulares tuvieron que apostar al reparto de mercadería como única forma de sostener su negocio en tiempos de cuarentena, hicieron que el caso de Ford creciera mucho la venta del utilitario Transit, de la camioneta Ranger y de la EcoSport.
¿Faltan modelos?
“Los vehículos de fabricación nacional como la Ranger, los de Brasil como el Ka y la Ecosport, o incluso el Mondeo de México, entran sin problemas. Por ahí hay algunas demoras de 30 a 45 días de aquellos extrazona, como la F150 o la Raptor”, respondió Buzzoni. El problema es que las terminales no esperaban para esta época tener tanta demanda, teniendo en cuenta el contexto de crisis económica y el parate por la pandemia, y por eso debieron salir a reponer el stock. No obstante descartó que vaya a faltar mercadería. “Sí por ahí lo que tememos que empiecen a faltar es compradores, por el agravamiento de la crisis”, consideró.
“La Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa) se comprometió a producir y exportar más, y el Gobierno a liberar los dólares para la importación, y eso se viene respetando, por lo que no deberían faltar demasiados modelos”, resaltó Pesado Castro. Es más, agregó que tras ese encuentro, se liberaron todos los vehículos retenidos de agosto, y desde septiembre la provisión está normalizada. “Es cierto que podríamos tener más variedad, pero en general estamos bien y se está cumpliendo lo acordado”, sumó.
El Gobierno desempolvó el esquema que se había implementado durante el Gobierno de Cristina, en el que cada automotriz debía equilibrar exportaciones e importaciones. Por caso, Volkswagen con la Amarok (de gran nivel de ventas) y con su planta fabricante de cajas, logra un alto cupo para traer de afuera otros vehículos y ampliar su gama. También tiene alta disponibilidad Toyota, que produce en el país su exitosa Hilux. Por su parte, Peugeot, recién ahora liberará más cupos para importar con la producción nacional del nuevo 208.
¿Qué pasa con marcas de lujo?
De las marcas de lujo, Audi es la que cuenta con más aire por integrar el grupo de Volkswagen y beneficiarse por sus exportaciones. Mercedes Benz también tiene una ventaja porque vende muchos camiones al exterior. En cambio el resto como BMW, Jeep, Mitsubishi, entre otras están bastante complicadas. A esto se suma el impuesto interno, que dejó fuera de competencia a muchas de ellas, favoreciendo vehículos de prestaciones similares pero nacionales. De hecho se están dando dos fenómenos simultáneos: las pick ups empezaron a ganarle la pulseada a las SUV, tan de moda en este último tiempo, y por primera vez en 20 años los vehículos nacionales lideran el mercado. En lo que va de septiembre, la Toyota Hilux, el Fiat Cronos y el Volkswagen Amarok son los tres más vendidos.
“Hoy si tenés un dinero y no sabés que hacer te conviene comprar porque mañana puede estar más caro”
“El impuesto interno hace que un vehículo que sale $1,5 millones pase a costar 25% más y entonces se queda si mercado”, dijo Armín Reutemann, de la concesionaria que lleva su apellido, y agregó que en general, vehículos no están faltando salvo los de alta gama. “El mercado de pick ups siempre fue de trabajo, pero con el agregado de la doble cabina, y el alto nivel de confort, hoy está en condiciones de competirle a uno de lujo, y de reemplazarlo si este no se consigue o está muy caro”, cerró.

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