El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, encendió la mecha de la City porteña y de los mercados globales con un mensaje contundente: “Todas las opciones de estabilización están sobre la mesa”. A través de X, el funcionario aseguró que la administración de Donald Trump está lista para apuntalar a la Argentina de Javier Milei con herramientas concretas: líneas de swap, compras directas de divisas y hasta adquisiciones de deuda soberana en dólares a través del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro.
El timing no es casual. La declaración llega a días de la reunión programada en Manhattan entre Milei, Bessent y el propio Trump, donde se definirá la hoja de ruta del apoyo financiero y político a la Casa Rosada. En la previa, Bessent destacó que “Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina”, reforzando la lectura geopolítica: para Washington, contener la crisis argentina es también blindar el tablero regional frente a la influencia de China y otros actores.
Argentina is a systemically important U.S. ally in Latin America, and the @USTreasury stands ready to do what is needed within its mandate to support Argentina.
All options for stabilization are on the table. 1/4— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) September 22, 2025
El funcionario norteamericano fue más allá de la coyuntura cambiaria. “Las oportunidades para la inversión privada siguen siendo amplias y Argentina volverá a ser grande”, afirmó, en un guiño que resonó con la consigna trumpista de “Make America Great Again” y que busca instalar confianza entre los fondos de inversión que miran de reojo a Buenos Aires.
El mensaje también incluyó un espaldarazo directo a Milei: “Seguimos confiando en que el apoyo del Presidente Milei a la disciplina fiscal y a las reformas pro crecimiento son necesarias para romper la larga historia de declive de Argentina”. La alusión a las reformas y al déficit cero marca un alineamiento discursivo con la política económica del libertario, y deja en claro que el respaldo estadounidense no será un cheque en blanco, sino condicionado a mantener la ortodoxia fiscal.
Bessent recordó que ya en abril había dejado en claro el compromiso con el pueblo argentino y con Milei, pero ahora dio un paso más: anunció que el encuentro en Nueva York servirá para coordinar nuevas acciones, cuyos detalles se darán a conocer poco después de la reunión.
En el mercado financiero, la lectura es unánime: si se activan swaps, compras de bonos o inyecciones de dólares, la presión sobre las reservas y el tipo de cambio podría aflojar, al menos transitoriamente. Pero también se abre un interrogante: hasta dónde está dispuesto Estados Unidos a poner recursos reales y no solo palabras de aliento.
Lo cierto es que, por primera vez en meses, Milei llega a la reunión con Biden con algo más que promesas de ajuste: tiene detrás la chance de un salvavidas norteamericano que podría redefinir la dinámica económica de los próximos meses en Argentina.

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