Dicen que lo que se hereda no se hurta. Y en este caso lo que Domingo Pennisi heredó de su padre es la misma pasión por la hidroponia, una técnica que consiste en la producción de hortalizas sin tierra y que los llevó a montar un emprendimiento juntos. Tras varios años de incursionar en los cultivos en agua sus plantas de menta, rúcula y lechuga son aliadas de muchos negocios que las eligen por su presentación. La novedad de la dupla pasa por llevar este modelo sustentable a los hogares y que cada familia tenga su propia producción ¿Cómo funciona?
A pocos kilómetros de la capital de la provincia, Hidroponia Santa Fe cuenta con tres invernaderos de 50 metros de largo por 6 de ancho, más uno en desarrollo. Sobre la base de una estructura de caños especiales, las plantas están suspendidas en una solución de fertilizantes inorgánicos que le otorgan los nutrientes necesarios y sustituyen la tierra. Algunas de las ventajas de este método de producción son su mayor calidad nutritiva y sanitaria, la reutilización del agua, nula utilización de agroquímicos y la alta eficiencia en la utilización del espacio.
“Proveemos a dos supermercados y nuestros principales clientes son los bares. La menta la utilizan mucho para coctelería y al igual que con la rúcula, nos dicen que no tienen yuyos, tardan menos en limpiarlas y perduran frescas más tiempo”, explica a Ecos365 Domingo, el ingeniero agrónomo a cargo y responsable de repartir los pedidos puerta a puerta el mismo día.
El especialista asegura además que si bien hay competidores en el rubro, el mercado está para todos por la gran demanda. Incluso hace referencia al crecimiento de la asociación que nuclea a los productores hidropónicos. “La importancia es profesionalizarse porque es muy fácil fidelizar a los clientes ya que una vez que prueban con la hidroponia no lo cambian. El que lo haga va a vender seguro”, afirma convencido a este medio.
Agricultura sustentable y kit para el hogar
En cuanto a la posibilidad de trasladar estas estructuras a otros espacios, el servicio que ofrecen los Pennisi incluye la comercialización del set completo, la instalación y el asesoramiento permanente para que la producción sea óptima. Actualmente disponen de tres tamaños: uno para el hogar, otro mediano de 4 por 1,60 metros y el de uso comercial. Este último, implica una inversión mucho mayor, con pisos recubiertos y cuestiones más técnicas.
“En cualquier caso lo instalamos y lo dejamos funcionando. Dependiendo del tiempo de floración de cada planta a los 35 días aproximadamente se verán los resultados. Luego el proceso se renueva”, explican y remarcan que ante cualquier inconveniente o falla están para dar respuesta.
Los kit más pequeños se puede adaptar a un balcón y la dificultad para manipularlo es baja. Con cuatro caños se generan 37 plantas y con seis el número asciende a 57. La variedad de ejemplares a producir es amplia y además de hojas verdes, los emprendedores impulsan a cultivar frutillas, tomate, apio, espinaca, ciboulette, entre las más demandadas.
Otro dato a tener en cuenta, es que el riego es automático y cerrado. Es decir que el agua dulce que se dispone en el tanque de la estructura, circula a través de una bomba sin desperdiciarse, manteniendo los nutrientes. Este sistema eléctrico cuenta con un timer para que se apague en el horario nocturno.
“El consumo eléctrico es similar al de una pecera por lo que no representa un gasto significativo y resulta ideal para aquellas personas que no disponen de mucho tiempo”, cierra el ingeniero.

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