Por estos días, el sector ganadero afronta sus horas más difíciles y navega en aguas turbulentas sin saber con exactitud dónde está la orilla. La decisión del gobierno nacional de cerrar las exportaciones por 30 días ha puesto a la cadena literalmente “a la deriva”. Sin dudas, la medida cayó como una “bomba” y provocará consecuencias importantes en los distintos eslabones pero particularmente en uno, la industria, las esquirlas se sentirán con fuerza.

La Resolución 75/2021 publicada en el Boletín Oficial el día jueves contempla una llamativa excepción porque no incluye a las exportaciones que tienen como protagonista a las cuotas certificadas (Hilton y 481) ni tampoco a los envíos hacia el mercado estadounidense, que logró reabrirse a fines de 2018 luego de casi 20 años.

Esas excepciones no son menores, teniendo en cuenta que mediante la normativa se verán afectadas definitivamente las operaciones con la República Popular China, el principal cliente de las carnes argentinas en 2020 y en lo que va de este año.

Este escenario complica de sobremanera a los frigoríficos exportadores y en la provincia de Santa Fe hay diez establecimientos que todavía están digiriendo la medida, pero con plena consciencia de lo que puede llegar a ocurrir.

“La verdad es que la noticia nos tomó por sorpresa y consideramos que la resolución que finalmente se publicó es peor de lo que imaginábamos”, comentó a Ecos365 el gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa), Sebastián Bendayán.

El directivo agregó que “la realidad es que no restringen el 100% de las exportaciones y así se genera un doble perjuicio porque parece que hay una prohibición selectiva que afecta a los establecimientos que exportan a China prácticamente todo lo que generan”.

En total hay ocho empresas exportadoras y diez plantas a lo largo de la provincia: Friar (Nelson y Reconquista), Swift (Rosario y Venado Tuerto), Rafaela Alimentos (Casilda), QuickFood (San Jorge), Mattievich (Carcarañá), Industrias Frigoríficas Recreo (Recreo), Coto (Rosario), Black Bamboo (Hughes).

Entre todas las firmas generan unos 10.000 puestos de trabajo y en 2020 representaron el 44% de las exportaciones nacionales de carne, aportando unas 400.000 toneladas (equivalentes res carcasa). 

Las cifras ponen de manifiesto la importancia estratégica de un sector que necesita previsibilidad y reglas claras de juego porque, de lo contrario, los efectos pueden ser devastadores. “Hay que tener en cuenta los perjuicios económicos que se generan, pero también la imagen que deja el país ante el mundo porque esto ya lo vivimos en 2006”, reconoció Bendayán. 

La reflexión no es casual porque la confianza en el comercio internacional es trascendental. Como habitualmente se dice en la jerga, “ganar un mercado lleva años y perderlo es sólo cuestión de minutos”.

Y el gerente de Cafrisa lo sabe: “Nuestros principales competidores (caso Uruguay) supieron aprovechar en su momento esta situación y hemos quedado relegados porque después los clientes prefieren resignar la calidad que tienen nuestras carnes, para asegurarse la mercadería en tiempo y forma”.

Por eso, expresó: “Nosotros aspiramos a que esto se revierta para que cuanto antes se pueda volver a la exportación como se venía realizando”.

Resultados contraproducentes

La historia ha demostrado que la medida tomada seguramente genere resultados contraproducentes. Bendayán señaló que el miércoles pasado, último día de actividad en el Mercado de Liniers antes del cese de comercialización de hacienda impulsado por la Mesa de Enlace, los precios se elevaron notablemente.

“Todo parece indicar que la medida es errónea porque no se presentaron exportadores a comprar ese día y los animales subieron entre 30 y 40 pesos por kilo vivo; esta situación, lejos de imponer mesura y baja de valores, produce todo lo contrario”, explicó.

Al mismo tiempo, aclaró que el mercado ganadero se mueve al compás de la oferta y la demanda, siempre en la búsqueda de un equilibrio y por eso consideró que no es correcto “contener la disparada del valor de la carne suspendiendo las exportaciones a China”. 

Al respecto, concluyó: “Acá hay que tratar de producir más porque tenemos el mismo rodeo que hace 40 años y duplicamos la población argentina, y todavía no nos hemos recuperado de los efectos de una medida idéntica tomada en 2006”.

“Para la empresa es un costo altísimo”

Una de las empresas santafesinas que verá resentida fuertemente su actividad es el Frigorífico Recreo, teniendo en cuenta que el 60% de su producción (carne vacuna) se destina a la exportación y tiene a China como principal (y casi único) cliente.

La planta, ubicada precisamente en la localidad contigua a la capital provincial, cuenta con 400 operarios aproximadamente, de los cuales muchos están abocados a distintas áreas relacionadas con la exportación.

Para el gerente administrativo y vicepresidente de Cafrisa, Antonio D´angelo, “hay una disparidad de criterios que no se logra comprender”, en alusión a la Resolución 75/2021.

“Estamos esperando que esto se revierta o que por lo menos no dure los 30 días porque la medida no implica un cierre, sino una limitación de las exportaciones”, advirtió al ser consultado por Ecos365.

Y se quejó: “Parece que está direccionado a un solo negocio de exportación y no sabemos por qué motivo”.

El desconcierto radica, entre otros puntos, en los cortes que se envían al gigante asiático que provienen de la vaca y no se consumen en el mercado interno. “En cambio, dejan abiertos mercados como el estadounidense y las cuotas que involucran a los novillos, que sí pueden consumirse aquí”.

La medida ha generado una enorme preocupación en las autoridades del establecimiento, que la semana que viene pudo “organizar” la agenda de trabajo porque ya contaba con compromisos asumidos y declaraciones juradas autorizadas para exportar. El problema, de persistir la situación, vendrá después.

“A partir de la segunda, tercera y cuarta semana de suspensión vamos a tener inconvenientes y en esos casos, se suspende al personal que fue contratado con motivo de la exportación y se le paga la garantía horaria”, explicó el gerente del frigorífico refiriéndose a la modalidad que también implementará Rafaela Alimentos, cuya planta en Casilda (tal como confirmó este medio) dejará de faenar por lo que resta de mes de mayo.

En ese sentido, D´angelo aseguró que “para una empresa, la paralización de sus actividades representa un costo altísimo”.

Cabe destacar que el Frigorífico Recreo tiene un promedio diario de faena 470 cabezas, de las cuales cerca de 300 están destinadas a la exportación.

“Nosotros fundamentalmente la carne vacuna la mandamos a China, en un bajo porcentaje a Rusia y después menudencias que enviamos a Hong Kong y otros destinos de África; esperemos que haya una solución pronto porque de ser por 30 días la medida vamos a sufrir bastante”, indicó D´angelo.