La oposición en la Cámara de Diputados volvió a desafiar al gobierno: aprobó más gasto para las universidades apenas dos días después del veto presidencial a los aumentos jubilatorios, los ATN y los beneficios para personas con discapacidad. La decisión política llega en un momento de fragilidad monetaria y alerta inflacionaria, y vuelve a poner en duda la sostenibilidad del superávit fiscal, el principal ancla del gobierno de Javier Milei.
En ese contexto, el oficialismo mantiene su promesa de disciplina fiscal para bajar la inflación. Sin embargo, la política, la macro y los mercados parecen no darle respiro.
La reciente minicrisis cambiaria, que casi lleva al dólar al techo de la banda, reactivó temores de pass through inflacionario. Las consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA ya corrigieron al alza sus pronósticos para julio y agosto. Aunque aún estiman que el IPC se mantendría por debajo del 2%, economistas como Orlando Ferreres advierten que agosto podría escalar hasta un 3%.
Pese a la calma cambiaria de las últimas ruedas —gracias a la suba de encajes y la aparición de tasas altísimas en pesos— el Banco Central sigue perdiendo reservas: solo en la última jornada se esfumaron US$ 576 millones. Mientras tanto, el agro volvió a acelerar la liquidación de divisas, ahora que el Gobierno volvió a bajar las retenciones: pasó de liquidar apenas US$ 30 millones diarios a unos US$ 100 millones.
Con ese combo, todos los dólares bajaron. El oficial retrocedió a $1.346,52, el MEP a $1.337 y el contado con liquidación (CCL) a $1.339. La brecha entre el dólar oficial y el blue llegó a ser negativa (-2%).
En paralelo, los bancos, urgidos por la suba de encajes del 30% al 40%, ofrecieron nuevas tasas récord. Los depósitos grandes (Tasa Tamar) ya pagan 52% anual, el doble de la inflación esperada. Eso posiciona a la Argentina entre los países con mayor tasa real positiva del mundo. Y bancos como el Macro pasaron a pagar 40% para los plazos fijos.
Mientras tanto, la estrategia de contención en pesos logró seducir de nuevo al mercado. A la espera de la licitación del 13 de agosto, con vencimientos por $19 billones (US$ 14.000 millones), el interés por bonos en pesos repuntó. La Bolsa porteña subió 2,9% y los ADR argentinos en Nueva York avanzaron entre 1% y 6%.
En ese clima, JP Morgan volvió a recomendar carry trade en pesos, una apuesta de riesgo que rinde fuerte… hasta que se corta. Según el banco, los bonos CER y a tasa fija pueden ofrecer oportunidades puntuales, mientras el Gobierno siga con el ancla fiscal y monetaria bien apretada.
Mientras tanto, la actividad económica empieza a mostrar signos de fatiga. Las proyecciones de crecimiento para el tercer trimestre se moderaron tras el salto de tasas. Según Infobae, varios analistas creen que la suba de costos financieros puede enfriar aún más el consumo y la inversión.
En el frente empresarial, la fintech Cocos —liderada por Nicolás Mindlin— compró un banco con el objetivo de escalar en el negocio financiero local. Aunque no se reveló el monto de la operación, el plan es ambicioso: ofrecer productos digitales integrados en toda la región.
Además, Molinos reportó una pérdida de $18.000 millones en el primer semestre, golpeada por la caída del consumo interno. La firma del Grupo Perez Companc culpó a la contracción del mercado y a la presión impositiva por el resultado negativo.
Por el lado industrial, un consorcio petrolero anunció una ampliación de inversiones para producir más GNL en Argentina, en línea con los planes del Gobierno de potenciar el desarrollo energético como plataforma exportadora.
Y en la industria automotriz, GM y Hyundai rompieron el tablero con una alianza para fabricar cinco nuevos modelos en la región, consolidando un nuevo mapa automotor que promete dinamizar la producción y los empleos en Argentina. ¿Podría ser uno de ellos en la planta de Alvear? Todo puede ser, ya que ambas compañías vienen analizando opciones para la Argentina desde 2023.
En los mercados agropecuarios, Chicago operó con signo mixto. En Rosario, la soja bajó por primera vez después de varias jornadas al alza y cerró en $392.000.
En resumen, mientras el Congreso sigue desafiando al Gobierno con más gasto, los mercados y los inversores caminan sobre una cornisa. El dólar cede, los bonos repuntan, las tasas vuelan y la inflación sigue al acecho. Argentina, como siempre, en modo "equilibrio inestable".

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