Claves del día: dólar puré, récord del oro, venta de Burger King, promo para jubilados y aumentos de octubre

Entre el nuevo rulo y el dólar “puré”, reaparecen los negocios con la brecha cambiaria. Cuánto aumentarán los combustible, alquileres, energía y prepagas en octubre

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El lunes arrancó con un panorama económico con novedades. La aparición del dólar “puré”, la escalada del oro, la decisión de poner a la venta la operación de Burger King en Argentina, y los aumentos previstos para octubre marcan un comienzo de semana cargado de tensiones entre la política, los mercados y el consumo.

Mercados y bonos: reacomodos en marcha

El S&P Merval logró un repunte del 1,3 %, símbolo de que el mercado local busca recomponerse en un escenario volátil. En paralelo, los ADRs argentinos mostraron movimientos mixtos: acciones bancarias como Galicia y Macro remontaron posiciones, mientras que los bonos soberanos en dólares continuaron con pérdidas que superan el 8-9 % en tramos sensibles.

La presión sobre la deuda externa resurge: inversores temen reacomodos abruptos en tasas, subestimaciones de riesgo país y una posible reestructuración ante la cercanía electoral.

Dólares, “puré” y dólares bajo el colchón

El frente cambiario volvió a ponerse caliente. El dólar oficial se mueve con ajustes parciales para conciliar con inflación, mientras el blue, el MEP y el CCL compiten entre sí por espacio. Resurge con fuerza el término “dólar puré”: una mezcla opaca entre operaciones oficiales, brechas, arbitrajes y swaps que enturbia la señal cambiaria.

Esa combinación está detrás del fenómeno persistente: más de USD 200.000 millones resguardados bajo el colchón por los argentinos, una cifra que supera con creces las reservas netas del Banco Central y refleja un desborde estructural de desconfianza.

El oro rompe techos y refuerza la dolarización de carteras

Mientras tanto, el oro alcanzó un nuevo récord histórico como activo refugio frente a la incertidumbre global. Esa tendencia global alimenta el flujo hacia activos desligados del peso, lo que refuerza la idea de que muchos inversores argentinos buscan dolarizar carteras como escudo ante el riesgo local.

En ese contexto aparece con fuerza la figura de Scott Bessent, exasesor financiero vinculado a movimientos globales y actual secretario del Tesoro de EEUU, que reaparece con propuestas que impulsan la dolarización institucional. Su nuevo giro de posiciones despierta expectativas y recelos: ¿aliado técnico o apuesta especulativa?

Gran arena: granos y dólar agro

En Chicago, los contratos de soja cedieron unos USD 5 por tonelada, presionados por factores globales y expectativas climáticas. Pero en Rosario la realidad fue diferente: la soja subió $70.000 por tonelada tras el anuncio del Gobierno de eliminar retenciones a los granos hasta el 31 de octubre (o hasta alcanzar USD 7.000 millones en liquidaciones), una medida agresiva para empujar aportes de divisas frescas al sistema.

Esa decisión actúa como pulmón para el dólar oficial, pero también como estímulo para que los productores adelanten ventas en un mercado cada vez más condicionado por la urgencia cambiaria.

Burger King: otro capítulo de desconfianza inversionista

En paralelo a ese caldo económico, se conoció que Burger King Argentina está en venta. El grupo mexicano Alsea decidió poner en venta su operación local, que comprende 116 locales, como parte de una estrategia regional de desinversión. 

No implica una salida total de Alsea del país —seguiría operando Starbucks— pero es una señal potente: incluso en sectores de consumo masivo se endurece la presión de márgenes, costos y recesión. Entre los interesados figuran grupos locales como DGSA, fondos como Inverlat e incluso operadores internacionales del rubro alimenticio. 

Que cadenas grandes se planteen vender su operación local suma una nueva capa de inquietud para quienes miran si vale la pena apostar en Argentina.

Beneficios previsionales y la cascada de aumentos

En plena campaña, se activó un esquema de beneficios para 7 millones de jubilados: un plus extraordinario para mejorar ingresos en un momento de alta inflación y caída del poder adquisitivo. Ese gesto tiene un costo político y fiscal, pero también expectativas inmediatas de alivio para sectores vulnerables.

Sin embargo, el alivio está condicionado por una oleada de aumentos que golpeará fuerte en octubre:

  • Alquileres: ajuste del 46,1 % para contratos bajo la antigua ley.
  • Nafta / gasoil: nuevos incrementos automáticos por revisión del impuesto a combustibles y CO₂.
  • Gas natural: +2,6 % en el PIST.
  • Prepagas: incrementos entre 1,1 % y 2,4 %.
  • Telefonía / cable: subas estimadas de 3 %.

Muchos de esos aumentos se aplicarán sin aviso previo, y para amplios sectores serán una carga que se sumará al reajuste general de precios.

Así arranca la semana: con el dólar “puré”, el oro retroalimentando la fuga hacia activos fuertes, Burger King marcando la salida de inversores del consumo, el campo presionando para liquidar dólares, el Gobierno intentando seducir a jubilados y un mes de octubre cargado de aumentos listos para estallar en el bolsillo. En ese cruce donde política y mercados se mezclan, cada movimiento, cada anuncio, puede desencadenar efecto dominó.

En los mercados, el S&P Merval cerró con una suba del 1,3%, reflejando un intento de rebote tras semanas de tensión, mientras los ADRs argentinos en Wall Street se movieron con selectividad: papeles bancarios como Galicia y Macro mostraron mejoras, aunque los bonos en dólares volvieron a resentirse, con caídas de hasta el 9% en algunos tramos de la curva.

El frente internacional sumó condimento: el oro batió un nuevo récord como refugio frente a la incertidumbre en Estados Unidos por el posible cierre de su gobierno, lo que debilitó al dólar global y alimentó la dolarización de carteras en toda la región.

El capítulo cambiario local no dio respiro. El dólar oficial se sostuvo con microdevaluaciones diarias, el blue rebotó con fuerza, mientras el MEP y el CCL marcaron la cancha para empresas e inversores. El llamado “dólar puré”, esa mezcla de brechas y arbitrajes que nunca muere, volvió a cobrar protagonismo. Y en el trasfondo, una cifra que habla sola: los argentinos guardan bajo el colchón más de 200.000 millones de dólares, cuatro veces más que las reservas netas del Banco Central.

La economía real también marcó el pulso. En Chicago, la soja retrocedió 5 dólares, pero en Rosario la historia fue otra: subió $70.000 por tonelada tras el anuncio del Gobierno de eliminar retenciones a los granos hasta el 31 de octubre o hasta acumular USD 7.000 millones de liquidación. Un guiño al campo para conseguir los dólares que faltan en la caja.

En paralelo, Milei jugó una carta electoral fuerte: beneficios directos para 7 millones de jubilados, con un plus que busca recomponer ingresos y también votos. Un alivio parcial que se mezcla con una ola de aumentos inminentes:

  • Alquileres ajustarán 46,1% en octubre.
  • Nafta y gasoil volverán a subir por los impuestos.
  • El gas natural aumentará 2,6% en el PIST.
  • Prepagas entre 1,1% y 2,4%.
  • Telefonía y cable, cerca del 3%.

En este escenario, reapareció Scott Bessent, exasesor de Soros y hombre de Trump, que sorprendió con una apuesta por el peso argentino tras años de recomendar la dolarización. Su movimiento agitó el debate sobre el futuro del esquema cambiario y reavivó la discusión política: ¿señal de confianza o estrategia especulativa?

Así arranca la semana: con el oro tocando el cielo, el dólar “puré” calentando la calle, el campo apurado a liquidar, los jubilados con un beneficio extra y las familias preparando la billetera para los aumentos. Todo, en un clima donde la campaña electoral y los mercados juegan a ver quién aguanta más.

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