Claves del día: el Gobierno sigue vendiendo dólares, Caputo sonríe en Washington y el mercado sigue sin ver el rescate

El Tesoro sigue vendiendo divisas, el Central pierde reservas y el Gobierno filtra un supuesto swap de US$ 20.000 millones. Pero la confianza no aparece: Wall Street duda, JP Morgan frena el EMBI y la economía se mueve a ciegas

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El Gobierno argentino sigue vendiendo dólares a ritmo de vértigo para sostener el tipo de cambio y evitar que los precios libres del mercado sigan superando el techo de la banda cambiaria. Este lunes, el Tesoro habría entregado US$ 400 millones, una cifra que en el mercado interpretan como una señal de alarma: “la cebita se está acabando”, comentan operadores que ven con preocupación el vaciamiento del fondo de maniobra.

A pesar de esa sangría, el Banco Central aún cuenta con unos US$ 12.000 millones del préstamo del FMI, lo que permite mantener la calma cambiaria por ahora. La jornada cerró con leves subas en el dólar blue y el oficial, y con los financieros algo más tranquilos: el MEP bajó a $1.496 y el contado con liqui a $1.525, dejando la brecha con el mayorista en apenas 6,6%. Sin embargo, el BCRA perdió reservas por otros US$ 70 millones, consolidando una tendencia descendente que preocupa.

Mientras tanto, Luis “Toto” Caputo, junto a Bausili, Daza y Quirno, continúa en Washington intentando destrabar un rescate financiero con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Desde allí se difundió una foto oficial, aunque sin detalles del acuerdo, lo que alimentó el escepticismo de los mercados. Según trascendidos, Bessent tendría decidido habilitar un swap por US$ 20.000 millones, dividido entre una línea para emitir deuda nueva y otra para recomprar bonos en circulación. De concretarse, sería el oxígeno que eliminaría, al menos temporalmente, la amenaza de default en 2026 y 2027.

Pese a esa expectativa, los bonos argentinos apenas reaccionaron, y el riesgo país retrocedió 85 puntos hasta los 1.080, más por inercia que por confianza. La Bolsa de Buenos Aires cerró prácticamente neutra, con $85.940 millones operados en acciones y $169.749 millones en Cedears, mientras los ADR argentinos mostraron un cierre mixto en Nueva York: Bioceres, Supervielle e YPF subieron entre 1% y 3%, mientras Cresud y Edenor retrocedieron.

El desconcierto crece porque el Gobierno dejó de publicar los índices oficiales de bonos y hasta JP Morgan suspendió temporalmente el EMBI argentino, posponiendo su actualización diaria para “evitar turbulencias”. En la práctica, significa que inversores y analistas están navegando a ciegas, en un contexto de altísima volatilidad.

En paralelo, el escenario internacional tampoco ayuda. Estados Unidos enfrenta un nuevo “shutdown”: el Congreso no aprobó los recortes de gasto en salud propuestos por Donald Trump, y el cierre del gobierno federal paraliza pagos y operaciones. En 2018, una crisis similar duró 35 días y solo se resolvió cuando Trump cedió en su proyecto del muro fronterizo.

Los mercados globales también reflejaron la incertidumbre: en Nueva York, el Nasdaq subió 0,7%, el S&P 500 ganó 0,4% y el Dow Jones cayó 0,1%

En el frente de commodities, el panorama fue desigual. En Chicago, el maíz subió levemente, la soja se mantuvo sin cambios y el trigo cayó; en Rosario, la tendencia se invirtió: trigo en alza, soja, maíz y sorgo en baja. Los activos refugio fueron los grandes ganadores: el oro y el bitcoin tocaron nuevos récords, y la plata se acercó a su máximo histórico de 2011, cuando todavía resonaban los ecos de la crisis financiera global.

Entre tanto, el Gobierno argentino intenta sostener una calma que se deshilacha. Los dólares se esfuman, las señales son confusas y los números se manipulan para disimular la escasez. Todo mientras Caputo sonríe en una foto que no despeja dudas, sino que las multiplica.

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