Código Urbano: en Rafaela, el sector privado se planta y busca modificar el proyecto oficial

El Ejecutivo rafaelino elevó al Concejo una iniciativa para actualizar la norma. Pero empresarios y cámaras objetan algunos puntos que atentan contra un “crecimiento equilibrado” de la ciudad

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Dirigentes del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR), conjuntamente con referentes de entidades que representan a inmobiliarios, constructores, arquitectos, maestros mayores de obras, ingenieros y agrimensores, decidieron objetar algunos puntos importantes del proyecto de ordenanza, elevado por el Ejecutivo local, que contempla una actualización del Código Urbano Municipal.

Desde el sector privado entienden que la modificación debe ser integral y favorecer la generación de inversiones que acompañen el crecimiento de la ciudad de manera equilibrada y sostenible, con el consecuente impacto en la generación de empleo y mejora de la calidad de vida en general. 

En diálogo con Ecos365, el ex presidente del CCIRR y uno de los empresarios más reconocidos, Andrés Ferrero, detalló esos aspectos trascendentales que debiera incluir el proyecto en cuestión: “Hay muchos puntos de coincidencia porque es una normativa que merece actualizarse porque en los últimos 20 años, Rafaela ha tenido una norma que ha privilegiado un sector de la ciudad conocido como el famoso “triángulo” (Av. Santa Fe, Av. Mitre y Av. Roque Saenz Peña y estamos debatiendo para que los parámetros principales puedan tener una mejora en los proyectos de inversión que permita que se diversifique el centro”.

Al respecto, Ferrero indicó que “muchas veces se habla que Rafaela crece como ´mancha´ y de esa forma los servicios son más caros, hay más requerimientos de barrios periféricos en cuanto a la instalación y provisión precisamente de esos servicios, con lo cual es necesario que Rafaela crezca en su centro y modernizar su sector central, algo que ocurre en la mayoría de las ciudades, con criterios de sustentabilidad”.

El ex presidente del CCIRR, Andrés Ferrero.

 

El empresario manifestó la necesidad de consolidar los puntos consensuados y avanzar en otros, pero siempre con la mira puesta en las inversiones de los rafaelinos, para que puedan “quedarse” en la ciudad y generar proyectos urbanísticos de actualización y modernización, “en un momento donde está costando que todos brindan su esfuerzo para la generación de trabajo, que justamente es posible con esas inversiones”.

Puntos bajo la lupa

Los representantes de las entidades plantean que las nuevas exigencias de porcentajes verdes de espacio absorbente (PVEA) y de porcentajes verdes ambientales (PVAm) en los tejidos de alta densidad resultan antagónicos a los objetivos generales planteados inicialmente, fundamentalmente para los proyectos de residencias colectivas y/o agrupadas y edificios de usos mixtos. 

En ese sentido se esgrimieron ejemplos de proyectos ya ejecutados o en marcha que, con la normativa propuesta, serían inviables. De esta manera, queda totalmente expuesto el impacto negativo que provocaría el proyecto, en caso de aprobarse tal como fue presentado.  

Otro de los puntos sobre los cuales no hay acuerdos respecto al proyecto oficial involucra a las superficies exceptuadas a la hora de calcular el factor de ocupación total (FOT). En este caso, los profesionales sostuvieron que pese a lograrse un consenso sobre la inclusión de las cocheras dentro de los conceptos excluidos del cómputo, “en la redacción final se ha descartado esta opción”.

El artículo 22 del proyecto de ordenanza también genera incertidumbre porque, según se conoció, “no existen precisiones oficiales” en relación al “Análisis del Sistema de Drenaje Urbano de Rafaela. Diagnóstico y Plan de Obras y Medidas a encarar”.

De acuerdo a la iniciativa elevada al Concejo municipal, en ese estudio se especifican los lineamientos generales del drenaje de la ciudad, entre ellos las medidas estructurales y no estructurales para lograr el manejo y control del drenaje pluvial urbano.

Compromiso de los concejales

Empresarios y dirigentes pudieron exponer su postura ante los concejales, mediante un encuentro que se registró en el día de ayer en el CCIRR

Precisamente, los ediles manifestaron el compromiso de lograr una actualización equilibrada, que garantice una respuesta integral a los diferentes actores que han sido parte de todo este proceso. 

Todas las partes pretenden que el proyecto se convierta en ordenanza antes de fin de año, para que pueda ser abordado por los concejales actuales y no por aquellos que eventualmente ingresen al cuerpo legislativo tras las elecciones. Pero para que ello suceda, las objeciones del sector privado deberán ser tenidas en cuenta.

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