Con tecnología e ingenio, encontraron la solución a la última milla y la van a exportar

Diseñaron contenedores monitoreados con cámaras que se colocan en lugares estratégicos y sólo pueden abrirlos los clientes. Ya están en negociaciones con multinacionales

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La entrega de última milla suele ser un gran problema para la mayoría de las empresas. Demoras, costos extras, roturas y robos son algunos de los obstáculos que se presentan a menudo, y por los que muchos vendedores deciden tercerizar el servicio. Pero además resulta muy engorroso, para rubros como la construcción, tener que acudir en forma reiterada al corralón de materiales para reponer lo que se termina. Mucho más en pandemia. Es por eso que el titular del corralón La Económica, Juan Alberto Fortuna, junto a su hijo, estudiante de Ingeniería de Sistemas, comenzaron a pensar una solución al respecto, y desarrollaron una respuesta junto con la firma eCloud.

Así nació a fines del año pasado Buildbox, un contenedor ubicado en un lugar estratégico elegido por el cliente, que almacena productos comprados de forma online, y que está monitoreado las 24 horas. Sólo el comprador tiene la clave para abrir la caja, que una vez que cumple su función, puede ser trasladada sin mayores dificultades. La recepción fue tan positiva, que empresas de múltiples rubros, y ya no sólo de la construcción, se interesaron, y hay avanzadas charlas para empezar a exportar.

“A fines del año pasado comenzamos con el primer container en el desarrollo EcoPueblo de Alvear, donde funcionó tres meses muy bien. Ahora acabamos de lanzar nuestra segunda versión, que soluciona algunas dificultades de conectividad, cerradura eléctrica y base de datos, y vamos a disponer de siete unidades para toda la región”, manifestó Fortuna a Ecos365, y agregó que ya se firmó contrato para instalar uno de ellos desde el 1° de agosto en el hipermercado Libertad. “La idea es colocar ahí los materiales para que la gente que necesita materiales a diario pueda retirarlos ahí, en cualquier día, a cualquier hora”, graficó.

Para eso, el cliente debe realizar la compra online, y una vez que deja sus datos y hace el pago electrónico, obtiene un código de apertura que debe colocar en el teclado del que dispone el box. Al retirar el material, la cámara capta que lo que retire se corresponda con lo abonado y avala la transacción. “Pusimos dos paneles fotocelulares que le dan energía al teclado y al DVR, por lo que no necesita estar enchufado a nada y es ecológico”, sostuvo. A este último punto también contribuyen de entrada, ya que el camión no debe repartir materiales a cada obra en particular, sino dejarlos en un solo lugar.

Por más que pertenezcan a La Económica, no trabajan sólo con su corralón, sino que están abiertos a trabajar con cualquier otro. “Esto les permite a las empresas tener una sucursal con costos mínimos en cualquier lugar donde exista demanda, y una vez que esta baja, moverla a otra zona con muchos pedidos”, graficó. Por ser del palo, los corralones de Rosario fueron los primeros en sumarse, pero a medida que el sistema ganó popularidad, se fueron agregando ferreterías, empresas de maquinaria agrícola, de alimentos para perros, alimenticias, madereras, entre otras. “Durante el verano, resulta muy molesto para el que vive en un country ir a comprar las pastillas de cloro para la pileta, entonces con un box lleno de estas en el barrio solucionamos el problema”, graficó.

Buildbox no vende los contenedores, sino que firma un contrato por cierto tiempo con los interesados y se cobra un fee de entrada, 5% de la facturación o $20 mil mensuales fijos. Este valor cubre cualquier cambio de tecnología, roturas o problemas de funcionamiento del box, que originalmente tiene una capacidad de 1,3 por 1,3 metros, pero puede ajustarse a pedido del cliente, si este adquiere en cantidad. “Otra ventaja es que no se necesita de ningún operador, y podés hacer la reposición con una grúa propia”, expresó Fortuna.

El empresario reafirma que esta tecnología no existe en el mundo, y es por eso que multinacionales con presencia en grandes países como Brasil e India se pusieron en contacto con ellos, y están en negociaciones para concretar exportaciones a la brevedad.

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