Rosental Inversiones y Obring Arquitectura presentaron el desarrollo inmobiliario Costavía en el corazón de Pichincha. Una inversión de 100 millones de dólares. Apuestan a un concepto de 3 torres de viviendas y un bloque de oficinas sobre una planta baja pública que, atravesando la manzana, generará nuevas calles y un nuevo paseo comercial.
Proponer conjugar la cercanía del río Paraná y el centro de Rosario, apostar a la revitalización y puesta en valor de una de las zonas más emblemáticas e históricas de la ciudad, revolucionar la arquitectura con nuevos conceptos y crear un combo de viviendas, oficinas y comercios sin barreras, son las características que reúne el nuevo desarrollo que llevan en conjunto Rosental y Obring con el proyecto de uso mixto “Costavía”, un conjunto de tres torres que se emplazarán en la intersección de Av. Rivadavia y Rodriguez, en pleno corazón de Pichincha.
“Lo primero que pensamos fue en proponer una nueva forma de urbanizar, a través de un nuevo modo de habitar, basado en el diseño y la calidad espacial. Sin límites, sin rejas, apostamos a que la planta baja de las torres sea un espacio abierto al público, con la presencia de oficinas, espacios comunes de ingreso a las viviendas, cocheras, locales comerciales y servicios que puedan servir a la creación de un nuevo punto de partida y puesta en valor para transformar el perfil urbano de Pichincha, revitalizando la actividad de la zona”, señaló Pablo Gagliardo, titular de Obring y arquitecto del desarrollo que contará con más de 50.000 metros cuadrados.
Lisandro Rosental, presidente de Rosental Inversiones, también mostró su entusiasmo por el proyecto, indicando que ambas partes están “apostando al crecimiento edilicio de la ciudad, a los desarrollos inmobiliarios en general, y especialmente a Costavía, que con su estratégica ubicación y ambiciosa propuesta serán parte central del crecimiento urbano y comercial de la zona”.
En este sentido, remarcó la visión inicial de de su padre al momento de adquirir aquellos primeros terrenos, principalmente casas de pasillo, que constituirían la primera superficie del proyecto. “Diez años después de la compra, y la asociación con la familia Gagliardo, aquel sueño se multiplicó con la convicción de ambas partes en el potencial de la zona”, recordó. “Conjuntamente nos embarcamos en el desarrollo y fueron adquiriéndose las parcelas restantes mientras el concepto de la obra iba tomando forma”.
Y esa visión dio sus frutos rápidamente. “Tuvimos un gran éxito con la preventa, el 30% de la primera torre ha sido vendido, y estamos convencidos de que vamos a continuar con ese impulso. Tenemos un grupo de inversores que nos acompaña en cada uno de nuestros desarrollos, y clientes que creen en nuestros proyectos, otro de nuestros grandes orgullos. Costavía es una gran obra, avanza sostenidamente, y como decimos entre nosotros “va a cambiar la ciudad”, sostuvo Rosental.
Las tres torres incluirán 352 residencias, 2 subsuelos de choqueras, 3 niveles destinados a oficinas, 5.000 metros cuadrados de áreas parquizadas y un paseo comercial arbolado que unirá, a través de una calle interna, la Av. Rivadavia con las calles Güemes y Rodríguez, arterias que hoy se encuentran en pleno apogeo comercial y gastronómico.
Alcanzando los 25 pisos de altura en los que vivirán más de 1.000 personas, Costavía es el primer convenio urbanístico que se pone en marcha dentro de la iniciativa Frente de Renovación Urbana (FRU) que lleva adelante la Municipalidad de Rosario.
La obra no posee un cerco perimetral que obstruya la visión. “La idea es aplicar el concepto de transparencia a todos los ámbitos del desarrollo y nos pareció que mostrar el proceso y las distintas etapas del trabajo es un diferencial con respecto a la construcción tradicional”destacan los arquitectos del proyecto.
Las maquetas y los renders hablan por sí solos. Costavía se convertirá rápidamente en un ícono de la ciudad por su fachada de hormigón a la vista que, completamente vidriada, permitirá una continuidad visual desde el interior hacia el exterior, y estará también “vestida”con extensos aleros y plantas, formando un jardín vertical que cubrirá la totalidad de la obra desde la planta baja hasta sus terrazas con un privilegiado mirador al río y el centro.
“Esta cobertura verde, además de cortina para ofrecer intimidad a las unidades actúa también como filtro térmico”explicó Gagliardo, quien además puso acento en esta idea que, en contrapunto con las edificaciones de principios del siglo XX tradicionales de la zona, revitalizarán Pichincha con este juego en el que lo antiguo y moderno conviven en armonía.
Puertas adentro, Costavía ofrecerá concepto, diseño y modernidad en cada una de sus unidades de 2, 3 y 4 dormitorios con vistas al río, presentando también una extensa lista de amenities en los últimos niveles panorámicos, en la que se destacan piscinas con solárium y spa, gimnasios, salones de usos múltiples, quinchos con parrilleros, 2 subsuelos con cocheras y bauleras, espacios para bicicletas y motos, recepción 24 horas, laundry y sala de planchado, ascensor para mudanzas y vestuarios para personal de servicio.
“La accesibilidad fue central al momento de comenzar el proyecto”, sostuvo Gagliardo quien detalló que ya desde el primer boceto, todos los espacios de Costavía se pensaron como fácilmente accesibles, espaciosos y aptos para ofrecer soluciones a cualquier eventualidad. En ese tenor, también adelantó que los ascensores de alta velocidad serán amplios y espaciosos y también contarán con un dispositivo de recuperación de energía.
“Sin dudas estamos pateando el tablero y con Costavía proponemos una nueva forma de pensar el diseño de nuestra ciudad, de vivir y trabajar”, reconoció Gagliardo, agregando que, por ejemplo, las cocheras incluirán instalaciones para carga de autos eléctricos. “No sé bien cuánta gente hoy tiene un auto eléctrico, pero estamos pensando en el mañana, trabajando hoy en el futuro”, concluyó.

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