Casi con el mismo equipo y por segundo año consecutivo, alumnos del Colegio Nacional de Rafaela resultaron ganadores de la Hackatón ArcelorMittal Acindar, una competencia nacional dirigida a estudiantes secundarios. En esta edición participaron 800 chicos y chicas de todo el país y fueron distinguidos por el proyecto “Mi cantina”, una aplicación con una interfaz similar a la de Pedidos Ya que busca mejorar la alimentación en las escuelas.

Según sus creadores, la idea surgió para brindar una solución innovadora para impulsar que los alumnos coman más sano. Al mismo tiempo, aseguran que a través de su implementación permitirá una mejor experiencia a la hora de comprar en los kioskos y cantinas de las escuelas. Su máximo objetivo es poder llevar este sistema a todos los establecimientos educativos.

“La idea es que a través de la app uno pueda seleccionar los productos disponibles conociendo los aspectos positivos y negativos de consumirlos mediante una descripción. Además, cada alimento contará con un puntaje, cuánto más alto más saludable”, explica a Ecos365 Victoria Vega y agrega que así se generará un ranking semanal reconociendo a los usuarios que más puntos acumularon, es decir que mejor se alimentaron.

A su vez la aplicación contará con una sección donde estarán publicadas ideas para ingerir colaciones saludables. De esta forma, se podrá orientar a los consumidores con un contenido nutricional adicional. 

La novedad, que sin duda va a captar la atención los jóvenes en los recreos, permitirá además optimizar ese tiempo de dispersión entre clase y clase. Con una mejor organización y sin recurrir a largas colas, el usuario podrá realizar su pedido, esperar a que esté listo y una vez que reciba la notificación correspondiente en su celular podrá pasar a pagar y retirarlo.

“El desafío será también para los trabajadores a cargo de las cantinas porque cambia todo su funcionamiento, pero creemos que es una muy buena idea y esperamos que lo puedan implementar”, aseveran los emprendedores con entusiasmo.

Por otra parte, si bien el prototipo de la app ya fue validado y tiene el sello de viable, lo que resta es desarrollarla. Más allá de las decisiones personales que tomarán de cara al año que viene cuando finalicen la etapa escolar, el compromiso para concretarlo ya fue asumido por todas las partes. Los cinco integrantes piensan continuar con sus estudios universitarios y suenan las carreras de ingeniería ambiental, agronomía, mecatrónica y programación.

No obstante, todavía deben cumplir con las instancias finales de la competencia donde resultaron ganadores. El próximo paso, será atravesar una etapa de acompañamiento para potenciar el proyecto mediante un campamento virtual. Luego, a finales de octubre, el equipo se enfrentará a un panel de expertos donde un jurado les darán las devoluciones finales.

“Todas las etapas se realizan de forma virtual. Si bien nos genera ansiedad, ya tenemos la experiencia del año pasado donde nos habíamos presentado con un proyecto para desarrollar una aplicación dirigida a reducir el consumo de agua”, cierran.