El 9 de abril se publicó en el Boletín Oficial la reapertura del Programa de Incremento Exportador (P.I.E.), que establece un tipo de cambio diferencial de $ 300 por dólar para las exportaciones del complejo soja. Entre las principales novedades que trajo la restitución del programa, destaca la inclusión de diversos productos de las cadenas agroindustriales que no estaban alcanzadas en las primeras dos ediciones.
Además del impacto que el P.I.E. tendrá en términos de ingreso de divisas para el país y de mejora en los ingresos para los productores de la oleaginosa, el mismo tendrá de seguro un importante efecto en términos fiscales, al incrementar la percepción de Derechos a la Exportación, por el mayor volumen liquidado y por el mayor tipo de cambio al que se efectúan estas liquidaciones.
Si bien el nivel de acatamiento del Programa es una gran incertidumbre, siendo difícil proyectar volúmenes de ventas internas y externas que el mismo generará, máxime en el contexto de una histórica sequía y en un año electoral; de acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario se trazaron tres escenarios para analizar el posible impacto que el mismo podría tener en términos de recaudación de Derechos a la Exportación. Según este ejercicio, entre abril y mayo el complejo soja podría aportar entre 320 y 700 miles de millones de pesos en Derechos a la Exportación al Estado Nacional.
Escenario I: En este caso, planteamos un escenario de “normalidad” o lo que puede llamarse el “escenario base” o conservador. En este escenario, los volúmenes de DJVE registradas en abril y mayo respetan la distribución histórica de las últimas campañas, presentando un impacto morigerado de la medida. Aquí, se declara aproximadamente el 28% de las exportaciones de porotos proyectadas para la campaña, el 23% de las exportaciones de harina y el 18% del saldo exportable proyectado para el aceite. Este escenario se correspondería con una recaudación en D.E.X. del complejo soja en torno a los $ 321 miles de millones de pesos.
Escenario II: Este caso muestra un panorama de impacto moderado, en el que se supuso que el efecto sobre el mercado sería similar al efecto ejercido por la primera experiencia del Programa de Incremento Exportador (“Dólar soja I”), allá por septiembre de 2022. En este caso, se supone que la concentración de las DJVE en los meses de abril y mayo se corresponderían con las que tuvo la primera experiencia del programa sobre el saldo exportable de la campaña 2021/22. Así, se asume que en estos dos meses se concentraría el 70% de las DJVE de poroto, el 33% de la harina de soja y el 15% de las declaraciones de exportación de aceite en la campaña. Este escenario se correspondería con una recaudación en D.E.X. del complejo soja en torno a los $ 468 miles de millones de pesos. Es necesario advertir que este escenario sería compatible con la previsión que surge en algunos medios de comunicación que la liquidación de divisas por parte del complejo se ubicaría en torno a los US$ 5 mil millones de dólares en el plazo de duración del programa.
Escenario III: Por último, podemos plantear un escenario de rotundo éxito de la medida en términos de ventas de exportación. En este tercer escenario, en los meses de abril y mayo se concentra lo que, en términos de la distribución histórica de las declaraciones de venta, se proyectaba vender al exterior en los primeros cinco meses de la campaña comercial 2022/23. En este supuesto agresivo se podrían anotar el 53% de las exportaciones de poroto previstas para la campaña, el 49% de las exportaciones de harina de soja, y el 47% de las exportaciones de aceite. Así, este último escenario se correspondería con una recaudación en D.E.X. del complejo en torno a $ 700 mil millones de pesos.
Desde la entidad destacan que "el ejercicio solo tiene por objetivo aportar al debate, y comenzar a proyectar el impacto de esta medida en la arista fiscal, y dista mucho de pretender exhaustividad". A su vez, aclaran que solo se proyecta el impacto en D.E.X. del complejo soja, por ser el sector que concentra la mayor participación del aporte en este tipo de impuestos dentro de las cadenas agroindustriales (~ 85% del total en 2022), y porque al momento de redacción de este informe no se habían realizado aclaraciones por parte de las autoridades en torno al resto de los productos que serán parte del programa.

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