Bitcoin volvió a captar la atención mundial tras superar un nuevo máximo histórico este miércoles: se disparó hasta los 112.052 dólares, superando el anterior récord de mayo.
Este movimiento se produjo en medio de una ola alcista en los mercados bursátiles, liderada por el sector tecnológico y empresas como Nvidia, que alcanzó una capitalización de u$s4 billones de dólares.
¿Qué puede pasar con el precio de bitcoin?
La correlación entre el apetito por activos de riesgo y el rendimiento de bitcoin se hizo evidente una vez más, con inversores institucionales y corporativos aumentando su exposición a la criptomoneda llevando al activo a un nuevo máximo, que más tarde corrigió a u$s111.000.
Entre los factores que han impulsado este rally se destacan:
_ Aprobación y adopción de fondos cotizados (ETF) de bitcoin en EEUU: canalizó miles de millones de dólares hacia el mercado, facilitando el acceso a inversores institucionales y minoristas
_ Compras corporativas: empresas públicas incrementaron sus reservas de bitcoin, superando incluso los flujos hacia los ETF durante el segundo trimestre
_ Entorno regulatorio más claro: la administración estadounidense, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, promoció leyes que otorgan mayor claridad y legitimidad al sector cripto, reduciendo la incertidumbre y atrayendo nuevos capitales
_ Liquidación de posiciones cortas: en la última semana, se liquidaron más de 200 millones de dólares en posiciones bajistas, lo que aceleró la subida del precio y consolidó el nuevo máximo histórico
El mercado se encuentra en un momento de consolidación, pero la mayoría de los analistas coincide en que el impulso alcista podría continuar en la segunda mitad de 2025. Las predicciones varían en función de los modelos y supuestos, pero el consenso es claramente optimista.
Los drivers que pueden alimentar la tendencia son:
_ Adopción institucional: si las empresas y fondos continúan aumentando sus posiciones, la demanda podría superar la oferta, especialmente tras el reciente halving que redujo la emisión de nuevos bitcoins
_ Regulación favorable: la posible aprobación de nuevas leyes en EE.UU. que faciliten la custodia y el comercio de criptoactivos puede atraer más inversores tradicionales
_ Entorno macroeconómico: la baja de tipos de interés por parte de la Fed y la inyección de liquidez global son vientos de cola para los activos de riesgo, incluido bitcoin
_ Riesgos regulatorios y tecnológicos: cambios inesperados en la regulación, problemas de seguridad o críticas medioambientales podrían generar volatilidad o correcciones temporales
Pronósticos de los gurúes y analistas
Para muchos gurúes, el precio de la principal criptomoneda todavía está "barato" y tiene un gran potencial de suba, no sólo a largo plazo, sino también en los próximos meses.
Los principales analistas del sector coinciden en que el ciclo alcista de bitcoin aún no ha terminado. Las proyecciones para el precio en 2025 oscilan entre los 120.000 y los 250.000 dólares, mientras que para los próximos años algunos expertos no descartan que la criptomoneda supere el medio millón de dólares, e incluso alcance el millón en escenarios de máxima adopción y escasez.
Standard Chartered proyecta que el precio de bitcoin podría alcanzar los 200.000 dólares para finales de 2025, y eleva su pronóstico a 500.000 dólares para 2028. Esta institución basa su optimismo en la creciente adopción institucional y en la consolidación de bitcoin como activo refugio en un entorno de deuda soberana creciente y volatilidad macroeconómica.
Tom Lee, socio fundador de Fundstrat, mantiene una perspectiva muy alcista y estima que bitcoin podría situarse en un rango de entre 150.000 y 250.000 dólares para el cierre de 2025. Lee argumenta que el flujo de capitales hacia activos de riesgo, impulsado por una política monetaria más flexible y la abundancia de liquidez global, será un motor clave para el crecimiento de bitcoin.
Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, también se muestra optimista y prevé que el precio de bitcoin podría alcanzar los 170.000 dólares durante 2025. Su visión se apoya en la entrada de grandes inversores institucionales y en la percepción de bitcoin como una reserva de valor alternativa.

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