El USDA proyecta una retracción mundial en la demanda de carne

La caída mundial en el comercio de proteína animal se ve afectada tanto por factores de oferta como de demanda. Puede jugar como factor diferencial el tiempo de salida de la crisis. El análisis del Rosgan 

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El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó sus proyecciones de oferta y demanda mundial de carnes. El diferencial de estas previsiones es que el efecto provocado por la pandemia del coronavirus escapa a cualquier análisis de mercado y sus magnitudes aún son desconocidas, según el análisis del mercado ganadero Rosgan. Por ello, el mercado mundial de carnes debe proyectar sobre el desconcierto.

El pronóstico del comercio mundial de carne es revisado a la baja en un 8% desde su última previsión, pasando de 11,601 millones de toneladas proyectadas en enero a las actuales 10,665 millones de toneladas.

El USDA reduce las previsiones de crecimiento económico para el 2020 anticipando una retracción en la demanda de los consumidores por proteína animal y ajusta levemente la producción mundial de carne, en respuesta a esta menor demanda. En este sentido, espera que los consumidores se vuelquen a fuentes de proteínas menos costosas, ajustando sus patrones de comidas. A su vez, la menor afluencia a restaurantes impactará negativamente en la demanda de carne dada la gran proporción del consumo global que tiene lugar fuera del hogar.

Aproximadamente el 36% del mercado de carne vacuna es abastecido por el Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- para el cual el USDA corrige su proyección de exportaciones a 3,935 millones de toneladas, casi un 8% menos en relación a su informe previo. Dentro del bloque, Argentina revela el mayor recorte (-20%) pasando de una proyección de 840 mil toneladas a 675 mil actuales.

A esto se sumaron otros inconvenientes, que con el tiempo -al menos- lograron cuantificarse. Entre ellos, los efectos de la peste porcina africana sobre la producción total de cerdos en China y varios países del sudeste asiático, donde se prevé una faltante de carne de cerdo de entre 15 a 20 millones de toneladas. O el caso de los incendios ocurridos en Australia donde, sumado a la intensa liquidación previa producto de la sequía, se estima que el stock ganadero ha perdido cerca de 2 millones de cabezas, cayendo a su nivel más bajo en 30 años (23,7 millones).

"Más allá de los números fríos, estamos ante una pandemia en la que todos pierden. Una situación pocas veces vista en la que se reciente la demanda pero también se reciente la oferta, al menos de manera transitoria", sostienen desde el Rosgan.

"Tal vez lo que pueda llegar a jugar como un factor diferencial es el tiempo de salida de esta crisis o, dicho de otra forma, el punto sobre la curva en el cual se encuentra cada país, fundamentalmente visto desde el lado de la demanda", analizaron. 

"Tomando el caso de China, vemos que lentamente comienza a recuperar su nivel de actividad y por ende su demanda. En este sentido, Argentina, tanto como Brasil y Uruguay, dada la fuerte penetración que han logrado establecer en este mercado, podrán beneficiarse de esta reactivación. Ello dependerá de cuán eficientes seamos en controlar la situación interna, preservando la actividad económica y asegurando la fluidez de la oferta", finalizaron.

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