Mientras el equipo económico argentino está en Washington y recibe un nuevo fuerte respaldo del secretario del Tesoro de Estados Unidos y la dueña del Banco Santander, Ana Botín, el frente empresarial vive su propia batalla en el exterior. Ayer, una nutrida delegación de pymes comenzó a participar en Curitiba para representar al país en la Expo Apras 2025, la feria supermercadista más importante del sur de Brasil de la mano de Came. Y aunque las oportunidades están, la contracara aparece con la baja del dólar oficial: si perfora la barrera psicológica de los $1.000, muchos quedarán afuera del juego.
Así lo expresó con crudeza Alejandra Porrini, de la empresa Inalpa, con casi 100 ferias internacionales en su haber: “Si el dólar baja de $1.000 estamos complicados. Las pymes tenemos que resguardar a cientos de familias y no podemos perder rentabilidad con este nivel de tipo de cambio. Hoy no nos ayuda que siga bajando”. El fabricante de latas conservas cerró después de un año de trabajo con un muy importante distribuidor brasileño.
La preocupación no es menor: en un día, las cotizaciones pasaron de $1.150 a $1.100 y los empresarios temen que esto vuelva a repetirse justo cuando están negociando precios con compradores extranjeros. Las empresas reconocieron que desembarcaron con listas que tenían como piso $1.150.
Las empresas santafesinas presentes incluyeron a La Cumbre (Rosario), Grangar (Rafaela), Argental, Inalpa y Vareto, entre otras. Cada una llevó su apuesta al exterior: desde maquinaria para panificados hasta alimentos saludables y enlatados. Todas coincidieron en un punto: se necesita estabilidad cambiaria urgente.
Pablo Rucci, de Grangar, explicó: “Brasil es un mercado cerrado, pero muy desarrollado en lo saludable y lo fitness. Apostamos a entrar con variedad de productos. Ya vendemos a Uruguay y Paraguay, pero este paso es clave para crecer”.
En tanto, Alejandro Labarta, de Argental, apuntó: “No somos competitivos por costos, pero sí por valor agregado. Hoy vendemos a varios países, pero volver a Brasil es una decisión estratégica. La apertura cambiaria nos obliga a ser más eficientes”.
Paulo Lanza, de La Cumbre, fue aún más directo: “El comercio internacional no es un juego corto. Hay que invertir, planificar y estar en los eventos. Por eso esta feria es clave. Pero con este tipo de cambio, perdemos ventaja competitiva. Necesitamos políticas que nos acompañen”.
Otro elemento que plantearon las empresas es la desburocratización de los procesos para llevar muestras a las ferias pese a que debería ser más fácil a Brasil por el acuerdo Mercosur.
De todos modos, como reconoció Diego Kraljev, de los conocidos conitos rosarinos Arbanit, "la primera jornada fue sumamente positiva. La posibilidad que te brinda Came para acercarte al retail brasileño es una experiencia enorme para cualquier empresa".
"Desde Arbanit buscamos aprovechar esta iniciativa para intentar introducir nuestra marca en el gran mercado brasileño. Las puertas están abiertas y creemos que podemos generar grandes beneficios para nuestra empresa. Mañana, en la ronda de negocios (tenemos 12 pedidos de reunión) intentaremos cerrar acuerdos a un futuro muy próximo", agregó. Todos coincidieron en las expectativas que tienen para la ronda de negocios de este miércoles.
El ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, escuchó el planteo en primera persona de todos los empresarios santafesinos y se comprometió a realizar gestiones puertas adentro y ante Nación.
Desde la organización, Ricardo Diab, presidente de Came, valoró el esfuerzo de las empresas y remarcó el rol de la entidad: “Estamos convencidos de que el futuro de muchas pymes está en los mercados internacionales. Esta feria es una gran plataforma, y nuestro showroom en Curitiba es parte de una estrategia a largo plazo para posicionar a nuestras marcas”.
Además, Came junto con el gobierno provincial participarán durante 2025 en dos misiones comerciales inversas en Rosario: una en la feria FIAR en julio y otra en el Business Forum en septiembre. Puccini aprovechó la reunión con el vicegobernador, Darci Piana, y la cúpula de la entidad empresaria, para que un mayor número de empresas brasileñas se sumen a esas dos misiones.
El funcionario brasileño e importante empresario se comprometió a darle continuidad en la relación con la provincia y se comprometió a sumar más empresarios para que participen de las misiones a Rosario.
La baja del dólar preocupa porque no solo afecta a los que ya exportan, sino también a los que buscan dar el primer paso. Como explicó una pyme en su primera experiencia: “Cada vez que baja el tipo de cambio, tenemos que rehacer todas las listas de precios. Es como empezar de nuevo cada semana”. Pero hasta ahora estaba acostumbrados hacerlo al alza.
El desafío es enorme. La oportunidad también. Pero en este nuevo escenario, la frontera no está en los kilómetros: está en el tipo de cambio. Y, como sintetizó un empresario santafesino con crudeza: “Si el dólar baja de los $1.000, quedamos out. Literalmente”.

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