El Programa de Incremento Exportador, relanzado con cambios en septiembre para la soja, revitalizó la plaza de operaciones local, y en tan solo 10 días de vigencia ya se cuentan operaciones por 2,15 millones de toneladas entre nuevos contratos de compraventa y fijaciones de contratos pactados con anterioridad. De este total, 1,5 millones de toneladas corresponden a nuevos contratos a precio hecho, en precios o dólares, y 650.000 toneladas a fijaciones de precios sobre contratos pactados con antelación.
Este volumen, no sólo supera ya al acumulado mensual del mes de agosto, sino que equivale prácticamente a la suma de julio y agosto combinados, y resulta el más alto desde el mes de mayo, coincidente no sólo con la cosecha anual de soja sino también con la vigencia del Programa de Incremento Exportador III (el último que incluyó a la oleaginosa entre sus productos).
Si se compara con las operaciones registradas en los primeros 10 días de las ediciones anteriores del “Dólar Soja”, el volumen actual queda por encima de los 10 primeros días del PIE III (vigente de abril a julio de 2023, cuando se operó 1 Mt), pero por detrás tanto del PIE II (diciembre 2022, con 2,61 Mt negociadas) como del PIE I (septiembre 2022, con operaciones por 6,33 Mt). Estos dos últimos casos, además, correspondieron a soja 2021/22, cuya producción fue sensiblemente superior a la cosechada en 2023.
Cuando se dice que el presente Programa de Incremento Exportador se relanzó con cambios es porque no sólo esta vez no se trata de un tipo de cambio fijo preferencial al que los exportadores pueden liquidar sus divisas sino que admite la venta del 75% del producto de la exportación a través del MULC, al tipo de cambio oficial, y el 25% se aplica como “libre disponibilidad”; sino también al hecho que permite extender hasta septiembre del 2024 el lapso para la presentación de las respectivas declaraciones juradas de venta al exterior. Sí obliga al exportador a adelantar el 45% de los fondos aplicables al pago de derechos de exportación, incrementando así la alícuota efectiva de retenciones del programa.

Al momento de inicio del Programa, industriales y exportadores consignaban compras domésticas de la campaña actual por 12,4 millones de toneladas, en tanto que acumulaban ventas al exterior por 14,5 millones de toneladas. En otras palabras, había un faltante de originación de mercadería que se hacía difícil de conseguir ante la merma de comercialización en el mercado local.
Se explica de este modo que, en los últimos 10 días, el volumen de compras domésticas (2,15 Mt) haya excedido por lejos el de ventas externas. Excluyendo las declaraciones juradas de harinas y aceites a 30 días (vinculadas a operaciones de importación temporaria), entre el 5 y el 14 de septiembre se anotaron operaciones de venta al exterior correspondientes al PIE V por 255.000 toneladas, casi en su totalidad de poroto de soja. De este modo, a la fecha, entre exportadores e industriales aceiteros registran ventas al exterior por algo más de 15 millones de toneladas y compras domésticas por 14,6 Mt.
Puede, finalmente, estimarse el flujo de ingreso de divisas que requirieron las operaciones del Programa de Incremento Exportador a la fecha. Valuando las compras domésticas al precio promedio consignado, estas operaciones requirieron aplicar aproximadamente US$ 790 millones, en tanto que por ventas externas del programa se aportaron cerca de US$ 48 millones en lo que va de septiembre. De este modo, en las 10 primeras jornadas de vigencia se estima que los exportadores habrían aplicado un flujo de ingreso de divisas neto de alrededor de US$ 836 millones, tanto para la compra de mercadería como para el pago de derechos de exportación.
Comentarios