En medio de los casos de intoxicación, los exportadores vuelven a la carga por el troceo

Desde el Consorcio ABC reconocen que el problema del control de riesgo asociado a presencia de bacterias en la carne "no es nuevo". Y admiten que las medias reses "desnudas" favorece la contaminación del producto

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La semana pasada, la provincia de Buenos Aires difundió un comunicado epidemiológico titulado “sospecha de brote de origen alimentario en el municipio de Berazategui en investigación”, en el cual se informó sobre cuatro casos de diarrea aguda causada por bacterias patógenas, dos de los cuales fueron fatales. Los casos presentaban antecedentes de ingesta reciente de carne y derivados.

Esa situación ameritó que Santa Fe emita una aclaración sobre la ausencia de casos en la provincia. Al mismo tiempo, se conocieron recomendaciones para la correcta manipulación y cocción de carnes para prevenir y evitar intoxicaciones.

Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, reconocen que “el problema del control del riesgo asociado a la presencia de bacterias patógenas en los productos cárnicos no es nuevo”. Sin embargo, consideran que este problema se intensifica cada día y plantea serias dudas en cuanto a la seguridad alimentaria y la calidad sanitaria del producto final.

En este contexto, los empresarios de la entidad vuelven a la carga por la implementación del troceo de la carne como primer paso hacia la comercialización en cortes se hace cada vez más fuerte. “Precisamente porque la distribución de medias reses ´desnudas´ favorece la contaminación del producto por contacto con superficies que no son seguras”, señalan.

El transporte de trozos protegidos garantizaría las buenas prácticas de manufactura durante el troceo de las reses en el frigorífico y permitiría asegurar la cadena de frío desde el frigorífico (7ºC) a la carnicería, tal como lo establece SENASA y el Código Alimentario Argentino.

“Actualmente sería impensado comprar leche sin un envase y un rótulo, en el cual se identifiquen las fechas de elaboración y vencimiento, y la temperatura de conservación, entre otra información. Lo mismo debe suceder con toda la carne. De este modo, todos los consumidores podrán acceder a la información sobre el producto, tal y como sucede al comprar un corte envasado al vacío”, explican.

Con la media res, el principal afectado por la baja calidad de la carne es el consumidor, por lo tanto, desde el Consorcio ABC sostienen que es imperativo “evolucionar a un sistema de producción y comercialización de carne bovina eficiente, con garantías de inocuidad, trazabilidad y sustentabilidad”.

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