Encontraron culpable de todos los cargos de fraude al fundador de FTX, Sam Bankman-Fried

El empresario conocido en el mundo de las criptomonedas se enfrenta a una pena máxima que podría superar los 100 años de prisión por desviar casi 9.000 millones de dólares

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El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, fue declarado culpable por un jurado de Nueva York de los siete delitos de fraude y blanqueo de dinero que se le imputaban al quien fuera tiempo atrás una especie de gurú de las criptomonedas.

El jurado de 12 miembros entregó su veredicto a última hora de la tarde de ayer, después de un juicio que duró casi un mes y en el que la Fiscalía Federal de EE.UU. definió al acusado, de 31 años, como un defraudador que robó dinero a miles de víctimas.

Bankman-Fried se enfrenta ahora a una pena máxima de más de cien años por los siete delitos, entre los que se incluyen varios cargos de fraude y lavado de capitales.

El acusado se sentó como testigo los últimos días de las vistas, y buscó desligarse de las malas decisiones en FTX y su empresa hermana, Alameda Research; señalar a sus antiguos aliados, que cooperan con la Fiscalía, y reiterar que no tenía malas intenciones, pero reconoció que no estuvo a la altura y falló en la gestión del riesgo.

La fiscal adjunta, Danielle Sassoon, sometió a un extenso interrogatorio a Bankman-Fried, señaló contradicciones entre sus declaraciones privadas y públicas y obtuvo su confesión, por ejemplo, de que FTX daba una cuantiosa línea de crédito privilegiada a Alameda, que usó los fondos de los clientes para “jugar”, como afirmó en los argumentos de cierre.

FTX fue una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo y llegó a estar valorada en 30.131 millones de euros. Se hundió en noviembre de 2022 después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.

Bankman-Fried fue acusado de desviar casi 9.000 millones de dólares de los clientes de FTX para otros fines y afrontará otro juicio similar en marzo, en el que está acusado de fraude por la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por su sigla en inglés).

De estrella a estrellado

Sam Bankman-Fried se hizo conocido en el mundo de los negocios cuando convirtió su plataforma FTX en la segunda firma de intercambio de criptomonedas del mundo, amasando en el proceso una gigantesca fortuna.

FTX siguió una agresiva campaña de marketing asociándose con los nombres de estrellas como la supermodelo brasileña Gisele Bundchen o el de la estrella del baloncesto estadounidense Stephen Curry.

Bankman-Fried también salvó a otras empresas de la industria cuando enfrentaron dificultades.

Con decenas de proyectos, una fortuna estimada en hasta 26.000 millones de dólares y siempre de bermudas, Sam Bankman-Fried -“SBF”- encarnó en sí mismo el mundo de las criptomonedas.

Pero su imperio comenzó a crujir en noviembre pasado cuando un reporte de prensa denunció relaciones de negocios entre FTX y Alameda Research.

Las acusaciones señalaban que los fondos de algunos clientes de FTX fueron usados, sin su conocimiento, para financiar a Alameda y realizar inversiones arriesgadas.

El pánico se generó de inmediato. Inversores particulares y socios comerciales corrieron a recuperar su dinero, al punto que FTX se hundió y se declaró en quiebra.

Cuando el polvo se asentó, faltaban unos 8.700 millones de dólares, según el administrador que gestionó la liquidación, lo que por supuesto derivó en las denuncias de fraude y el inicio de la investigación.

El fiscal federal Damian Williams, que supervisa el proceso, lo ha calificado como uno de los mayores fraudes de la historia del país. El tribunal escuchó que FTX había recuperado hasta ahora 5.000 millones de dólares en efectivo, criptomonedas y valores, con “planes para monetizar más de otras 300 inversiones no estratégicas” por valor de 4.600 millones de dólares.

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