Es administrador de empresas, pero encontró en el diseño un negocio con mucha tela para cortar

Desde hace dos años se animó a coser, empezó vendiendo en ferias y hoy su emprendimiento se convirtió en su principal actividad laboral

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En busca de mejores oportunidades Nestor Lucena llegó a Rosario en 2017, con 22 años, desde Venezuela. Si bien conoció otras ciudades de la Argentina, la Cuna de la Bandera lo cautivó y enseguida sintió que este era su lugar en el mundo. Pasó por trabajos de los más variados, que nada tenían que ver con su formación como administrador de empresas. Hasta que un día dijo basta y se volcó por el diseño para cumplir su anhelo de tener un negocio propio donde explorar su costado creativo.

Hoy vive de su emprendimiento y espera que la marca crezca para generar más fuentes de trabajo. “Siempre me gustó el arte. Hice cursos de escultura, de dibujo y desde hace dos años empecé a coser. Primero hacia cosas para mí y después como veía que gustaba me animé a vender”, cuenta Nestor a Ecos365 y agrega que involucrarse en las ferias de la ciudad fue el primer paso para insertarse en el mercado.

Dejé el lugar donde estaba trabajando porque notaba que no estaba haciendo lo que me gustaba y sabía que tampoco tenía posibilidades de crecer ahí"

La transición de pasar de un trabajo en relación de dependencia a ser el impulsor de su propia marca no fue fácil para Nestor, pero sin dudas que valió la pena. “En febrero de este año dejé el lugar donde estaba trabajando porque notaba que no estaba haciendo lo que me gustaba y sabía que tampoco tenía posibilidades de crecer ahí”, detalla el creador de VERS y señala que entrar en contacto con el ecosistema emprendedor local fue el disparador para profesionalizar lo que hasta ahora venía haciendo de forma autodidacta.

Así fue cómo se sumó a participar de un curso de formación destinado a fortalecer proyectos productivos y resultó entre los 30 seleccionados que recibieron el incentivo económico del programa municipal Impulsarte. “Ahora estamos en una segunda etapa de la capacitación, más personalizada donde ajustamos nuestro modelo de negocios y nos ayudan a mejorar la propuesta de nuestra marca”, cuenta con entusiasmo Nestor.

Nestor crea y confecciona sus propios diseños 

Las prendas y piezas de diseño que el mismo confecciona tienen un sello particular. La explosión de colores y algarabía en las formas denotan su sangre caribeña. Su impronta también está marcada por la técnica del patchwork, un enfoque sustentable que consiste en unir piezas de diferentes géneros para reversionar tejidos y agregarles valor. “Se puede hacer en prendas nuevas o intervenir otras de la moda circular. Esto me da mucha libertad a la hora de crear”, amplia el diseñador.

Estoy muy agradecido con el lugar que me abrió las puertas. Argentina es un país de oportunidades y venir a Rosario fue lo mejor que pude hacer”

Con todo su tiempo y esfuerzo abocado en hacer crecer su negocio, el joven de 28 años sigue asistiendo a las ferias y utiliza las redes sociales para dar a conocer lo que hace. En palabras del propio Lucena, se trata de una industria que le permite expandirse, pero no todo es fácil. “Por cuestiones económicas en poco tiempo dejo de alquilar el showroom y mudo la producción a mi departamento. Aun así, imagino en el mediano plazo poder tener mi propio taller de costura, sumar puestos de trabajo y diseñar para otras marcas”, relata.

En cuanto a su tierra natal, lo que más extraña es a su familia. Por fortuna, la tecnología los acerca y puede compartir a diario su presente. “Hoy elijo quedarme y apostar por el lugar donde vi nacer mi marca, donde están mis amigos, mi pareja y mi perrito. Estoy muy agradecido con el lugar que me abrió las puertas. Argentina es un país de oportunidades y venir a Rosario fue lo mejor que pude hacer”, cuenta Nestor.

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