¿Fin de las súper ofertas laborales? Empresas tecnológicas entran en una nueva etapa

Gigantes mundiales del sector avanzan con despidos ante un escenario recesivo. El impacto entre las compañías locales

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Google, Amazon, Meta, Microsoft y Tesla pusieron en marcha recortes en su plantilla de empleados a nivel mundial. Apple todavía no, pero frenó nuevas contrataciones. El fenómeno lleva un par de meses, pero se aceleró en las últimas semanas. La constante salida de inversores de las tecnológicas para aprovechar las altas tasas de interés dispuestas por la FED norteamericana comenzó a tener consecuencias sobre los recursos humanos.

Los balances de algunas de estas compañías empezaron a arrojar pérdidas, aunque muchos analistas descartan que se trate de una crisis y prefieren ponerlo en otros términos: estas compañías venían con un crecimiento sobredimensionado, impulsado por la pandemia y el consecuente avance de la digitalización. La situación cambió radicalmente, y en un mundo recesivo, con conflictos bélicos, logísticos, productivos y todavía sanitarios, se piensa más en el rendimiento actual que en el futuro que puede reportar una techie.

Escenario local

En Argentina el golpe se sintió primero en los exchanges, mientras que ahora parece haberse trasladado hacia las billeteras virtuales, con los recientes anuncios de cierre de Ank y de Ripio. Si bien es cierto que cada uno de estos sectores tenía sus propias crisis internas, en el primer caso la brusca caída de la cotización de criptomonedas, y en el segundo la enorme oferta de billeteras virtuales en un mercado todavía poco consolidado, no son ajenos al panorama general. Esto es, se ingresó en una etapa de crecimiento menos acelerado, ya no hay tanto capital para contratar masivamente con sueldos de otro planeta y aunque las búsquedas siguen activas, ahora son más selectivas.

“Ya hemos dejado atrás la instancia en la que muchas empresas tenían la necesidad de digitalizarse para seguir operativas en la pandemia, y por ende había un exceso de trabajo”, planteó Ignacio Sanseovich, presidente del Polo Tecnológico de Rosario. “Por entonces había una gran cantidad de ofertas de puestos laborales internos y freelance para el exterior, y aunque no desaparecieron del todo, ahora el mercado está más tranquilo”, agregó en diálogo con Ecos365.

En todo el mundo las inversiones empiezan a ser más lentas o cuidadosas, las compañías revisan su estrategia de negocio y en algunos casos cambian de rumbo. La competencia por el talento sigue siendo feroz en un sector en el que sigue primando la escasez, y en una región cada vez más mirada por todos a raíz de sus menores costos comparativos y alto nivel productivo. Pero a la vez no hay margen para remuneraciones desmedidas como en plena ebullición pandémica.

Todavía sin grandes despidos

“Al menos hasta ahora no hubo grandes despidos en general, pero en un momento hubo una contratación sin límites, y ahora vemos que todo comienza a alinearse un poco más”, planteó el referente de Tecso. Por caso, ahora quienes se van de las empresas locales para probar en el mundo freelancer no siempre son inmediatamente reemplazados. Como el volumen de trabajo ya no es tan elevado como antes, es posible que el resto del equipo absorba temporalmente las tareas del renunciante, y que la empresa espere a cubrir el puesto cuando aparezca un buen candidato o más proyectos.

Así y todo, Sanseovich admitió que la rotación sigue siendo alta y similar al promedio histórico del sector, en torno al 50%. “No sólo hay que contemplar el caso de los que se van, también del personal nuevo que llega, al que muchas veces hay que capacitar, lo que produce ciertas demoras para que esté plenamente operativo”, dijo. Otra diferencia fundamental del escenario nacional es que a diferencia del internacional, precavidos de las recurrentes crisis económicas, los jugadores locales no sobredimensionaron plantillas y optaron por mantener esquemas medidos y mucho más manejables.

El juego de las multinacionales

Para Gustavo Barragán, presidente de la Cámara de Empresas Informáticas del Litoral (CEIL) estamos en un mundo en el que cada vez se depende más de la inteligencia del colaborador, y en el que las nuevas camadas de trabajadores están más dispuestas a cambiar todo el tiempo de empleo. “En este contexto, la incertidumbre de las empresas es grande y esto no va a acomodarse en el corto plazo”, subrayó.

No obstante consideró que a esta altura las grandes empresas “ya mostraron el juego” y los jóvenes saben de qué se trata. “Estas empresas llegan a la ciudad, rompen ecosistemas empresarios de pymes, se llevan recursos, y los tienen cinco meses haciendo banco hasta que sale un proyecto donde lo ponen a trabajar”, relató. “En el mientras tanto, el joven dejó a sus compañeros, perdió contacto con sus relaciones y en muchos casos terminó decepcionado”, añadió. Dijo que esto se vio en muchos sectores, no sólo en el software, también en otros como diseño electrónico o ingeniería industrial.

El nuevo escenario marca que ya no sobra el capital para que las multinacionales hagan masivamente este juego. Sin embargo las constantes subas del dólar, más allá de la coyuntural caída en los últimos días, continúan siendo una gran tentación para los jóvenes y una enorme dificultad para las compañías locales, obligadas a pagar en pesos, en blanco y a cumplir con una alta carga impositiva.

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