En tiempos turbulentos a partir de una pandemia que muestra su costado más cruel, existen sectores económicos en el país que nunca han detenido su marcha. Fueron varios los rubros vinculados a la agroindustria que debieron ajustarse a los protocolos y reinventarse para continuar con sus líneas de producción. Precisamente los frigoríficos han sido considerados esenciales desde la primera hora y un establecimiento de Rafaela, además de seguir produciendo, se propuso un desafío mayor: realizar una inversión millonaria para ampliar su capacidad productiva y renovar sus instalaciones.

Con una trayectoria de más de 50 años en el mercado, Sodecar SA se dedica no solo la comercialización de cortes vacunos frescos (para la ciudad y la zona), sino que también apuesta fuertemente por la fabricación de chacinados y fiambres, que llegan a todo el país bajo distintas marcas y presentaciones, siendo las más conocidas La Casona y La Medalla.

Para este 2021, la empresa avanza con un plan de inversiones importante, que contempla un depósito de congelados con una capacidad de 650 toneladas, la ampliación en el área de los secaderos (que incluye la adquisición de hornos italianos)y además incorporó maquinaria para la sección conocida como “jamonería cocida”. 

Al respecto, el gerente general de la firma, Rubén Burkett, comentó a Ecos365: “Es un plan que representa una inversión cercana a 200 millones de pesos, que se enmarca en un proyecto más ambicioso de ampliación total de las instalaciones, para la cual debemos conseguir financiamiento”. 

Los trabajos ya están en marcha y, de no mediar inconvenientes, estarían terminados a fin de año. Según explicó, en esta primera etapa se busca mejorar el almacenaje de productos congelados y apuntar a un crecimiento en la parte productiva teniendo en cuenta los problemas de capacidad que venían arrastrando.

Una vez que finalice la construcción del depósito de congelados, la empresa maneja la posibilidad de brindar un servicio a partir de la capacidad ociosa que podría haber, de acuerdo a los volúmenes actuales.

En ese sentido, Burkett indicó: “Podría ser con algún tercero que esté necesitando guardar productos en un establecimiento que tenga Senasa y seguramente será algún frigorífico colega; consideramos que tendremos margen para alquilar frío y lo pensamos como parte del recupero de la inversión”.

Más apuestas en 2022

Más allá de la crisis coyuntural que atraviesa la cadena cárnica, con la industria como protagonista, Sodecar apuesta a seguir creciendo en 2022 a partir de una fuerte inversión en tecnología para mejorar la productividad. 

El gerente general confirmó que la segunda etapa de obras pensada para el año que viene contempla la ampliación de los secaderos de jamones crudos.

“La idea es duplicar los volúmenes porque actualmente tenemos lugar para 12.000 piezas y estaríamos llevándolo a casi 30.000; la realidad es que se trata de un producto que hoy circunstancialmente afronta una caída en las ventas pero cuenta con un gran reconocimiento, presenta mucho estacionamiento y seguramente crezca cuando se recuperen los sectores castigado por la pandemia, como restaurantes y hoteles, que principalmente son los que consume productos de calidad”, dijo.

En paralelo, Sodecar cuenta con cuatro bocas de expendio en la ciudad de Rafaela que han registrado un importante crecimiento.

El rubro carnes, apuntado más a la región, se sostiene pese a las dificultades que presenta el asalariado por la pérdida del poder adquisitivo. “Hay una política de permanentes ofertas y también ha crecido mucho el consumo de la carne de cerdo, porque en la medida que se dispara el precio del kilo de carne vacuna crece el consumo de cerdo y la gente ya comenzó a apreciar distintos cortes y formas de cocción”, señaló.