Luego de un 2020 con altibajos por las restricciones impuestas por la pandemia, la planta santafesina de CCU Argentina retomó el ritmo máximo de producción, envasando un millón de litros diarios. Con un importante plan de inversiones en marcha, la cervecera se fijó el objetivo de superar los registros productivos del año pasado y avanzar en la adopción de mejores criterios medioambientales.
CCU Argentina vende cerca de 7 millones de hectolitros por año, de los cuales poco más de 3 millones se producen en la histórica cervecería ubicada en pleno barrio Candioti Sur de la ciudad Capital. Conformada por una línea de latas, tres de botellas y una de barriles, los productos que allí se elaboran engloban casi el 50% de la producción total de la compañía, transformándola cómo una de las más relevantes del gigante cervecero.
“Hoy estamos a tope de la producción, envasando más de un millón de litros diarios desde Santa Fe”, resalta Juan Pablo Barrale, Gerente de Asuntos Corporativos de CCU Argentina, en una entrevista exclusiva para Ecos365, dónde repasó la actualidad del sector, los desafíos y nuevos proyectos que tienen en cartera.
CCU Argentina, la firma de capitales chilenos, una de las empresas de bebidas más importantes del país, presentó los avances de su plan de Metas Ambientales 2030 y nos apuntó que “uno de los principales objetivos para este año, es superar el plan de litros producidos, programados respecto al 2020”.
Aún en un contexto muy condicionado por la pandemia, desde CCU Argentina indican que el desafío para este año será poder facturar los volúmenes planificados y terminar con un cierre positivo desde el punto de vista financiero que, durante el 2020 no fue de los mejores. Como logro, destacan la consolidación que están teniendo las marcas cómo Schneider e Imperial, y señalan que todavía tienen margen de crecimiento. “Para nosotros, que somos los segundos del mercado, cada año, poder consolidar esa posición del 30% en el market share de cervezas y casi 50% en el de sidras, es siempre nuestro objetivo principal”.
Para el bienio 2020/2021, el gigante de bebidas está ejecutando un plan de inversiones en su planta de Lujan - dónde se ubica una de las tres cerveceras que posee la firma en el país- por u$s57 millones para ampliar su capacidad de producción y todo el programa considera criterios ambientales a la hora de adquirir nuevos equipos.
El Modelo de Gestión de Sustentabilidad de la firma cuenta con 30 metas, hacia el año 2030, señaló Barrale: “Algunas de esas metas son ambientales, otras enfocadas a lo social y otras están relacionadas directamente con la gestión de marcas, que tienen alto impacto económico”.
Amigarse con el medioambiente
La empresa tiene como objetivo para los próximos años, reducir el consumo de agua en un 60%, reducir a la mitad las emisiones de CO2 y valorizar en un 100% los residuos industriales sólidos. A su vez, que todos los envases y embalajes tengan al menos un 50% de material reciclado, disponer 100% de envases y embalajes reutilizables, reciclables y utilizar en un 18% energías renovables.
“Hoy, nuestras latas tienen un 70% de material reciclado, el cartón que usamos en los packs de cervezas y sidras un 75% y las botellas de vidrio, además de usarse unas 29 veces, están compuestas en un 30% por vidrio recuperado”, agregó Barrale. Esto les permitió ahorrar utilizar 2.450 millones de litros de agua menos que en 2010, alcanzando estándares de nivel mundial. También, lograron valorizar el 99,54% de residuos sólidos, unas 103 mil toneladas de materiales que pasaron a formar parte de nuevas cadenas de valor. Finalmente, en lo que respecta a emisiones, sólo durante el último año las redujeron en un 26%.
La Pandemia, sintonía fina y nuevos lanzamientos
La industria de bebidas tuvo un aliciente durante la crisis sanitaria y es que, como estaba en el rubro de alimentos, nunca se dejó de trabajar, resaltan desde CCU. Las plantas siempre se mantuvieron abiertas y cómo en el resto de las actividades, se ajustaron a los protocolos, los cuidados sanitarios y pudieron seguir operativas.
“Durante gran parte del año pasado, las ventas cayeron mucho, ya que, al estar cerrados los negocios gastronómicos, al no permitirse las reuniones sociales, estar suspendidos los torneos de futbol y los grandes eventos. Obviamente, los volúmenes producidos y vendidos mermaron”, advirtió Barrale. Y señaló que tuvieron que aplicar una estrategia de sintonía fina, para no quedar “sobre stockeados” pero sin correr el riesgo de quedar sin productos ante una eventual apertura.
La industria cervecera tiene cierta estacionalidad, con lo cual se va construyendo stock durante un determinado tiempo, para después poder hacer frente a los períodos de mayor demanda, que en Argentina se dan entre los meses de octubre y marzo. “Cuando arrancaron las reaperturas de este año, levantamos muchísimo las ventas, al punto que quedamos en términos de volumen muy parecidos al 2019”, advirtió el Gerente de Asuntos Corporativos de la firma.
“En 2021 el primer semestre fue muy bueno. La segunda ola con restricciones más duras impactó en la producción, pero tuvimos un arranque bueno de año, hoy seguimos trabajando, seguimos produciendo y planificando casi sin ningún ajuste y hasta pudimos lanzar nuevos productos” señaló. El año pasado la empresa sacó al mercado la Amstel Lager y ahora está enfocado con el lanzamiento de Salta Cautiva y una nueva categoría de bebidas que se llama Hard Seltzer.
¿A qué apuntan esas nuevas categorías?
“El Hard Seltzer ya está de moda en muchos países. Es una bebida alcohólica gasificada frutal con bajo nivel de azúcar”, comentó Barrale. Es un producto para un público joven, con una mirada más natural, que apunta a disfrutar de algo más orgánico, fresco con un “touch” de alcohol y de bajas calorías.
Por otro lado, para CCU Argentina fue muy positivo la llegada de la cervecería artesanal: “Todo el mercado artesanal le hizo muy bien a la industria, porque la rejuveneció”. Resaltan que educó mucho al consumidor y de esa manera los animó a fabricar cervezas apuntadas a estos estilos: la firma hoy cuenta con versiones IPA - APA y Amber Lager de Imperial, con la Santa Fe Pilsen y la roja y negra de Schneider.
“Aprovechamos a lanzar un montón de productos y expandirnos, creemos que fue muy bueno lo que pasó con la proliferación de empresas artesanales. Obviamente fueron los que más sufrieron la pandemia, porque venden mucho a través de bares”, indican.
“Hoy seguimos con muchos proyectos en cartera que están relacionado a estos nuevos estilos: estamos lanzamos Salta Cautiva que es una cerveza que tiene dos versiones: una rubia con uva torrontés y una roja con quinoa. También, acabamos de presentar Amstel Lager, que es una cerveza liviana que le va muy bien en muchos países del mundo", señaló Barrale y agregó que esas variedades se fueron desarrollando con el boom de los emprendimientos artesanales.
Otro de los proyectos que apuntan a lograr la penetración en este tipo de mercados, son las importadas: Blue Moon de EEUU y Kunstmann de Chile, que les permite tener presencia en ese segmento.
Cabe resaltar que en portfolio CCU cuneta con las marcas de cervezas Schneider, Heineken, Miller, Imperial, Amstel, Sol, Grolsch, Warsteiner, Santa Fe, Salta, Córdoba, Palermo, Bieckert, Kunstmann; las sidras Real, La Victoria, y Sáenz Briones 1888; los licores El Abuelo; los vinos La Celia; los piscos Mistral y Control C.

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