Guzmán afronta una licitación clave después de la corrida contra la deuda

El Tesoro busca $ 14.000 millones y debería subir la tasa para capturar financiamiento privado. Cómo impacta en los mercados.

     Comentarios
     Comentarios

Martín Guzmán deberá desatar un nudo esta semana. Los últimos días tuvieron tanto el Banco Central como a la Anses como compradores donde sólo había ventas. Los títulos ajustados por CER, esos que siguen a la inflación, navegaron las aguas del mercado proa a la recomposición de precios. El ejercicio del Gobierno no fue inocente: a veces, causa y efecto están separados por siglos. Pero otras tantas veces, por apenas algunos días. La intervención en el mercado miró directamente a la licitación que tendrá lugar mañana, donde el Tesoro no sólo deberá colocar deuda: también deberá ahuyentar fantasmas.

El Tesoro buscará este martes hasta $ 14.000 millones en bonos y el mercado especula que deberá subir la tasa de interés para desarticular la fuerte presión sobre la deuda en pesos, luego de que, entre el miércoles y el jueves, el desarme de posiciones en bonos CER que se notaba desde mayo se convirtiera en una corrida.

La Secretaría de Finanzas intentará refinanciar los $ 11.000 millones en vencimientos de esta semana con instrumentos a corto plazo, ninguno más allá de diciembre de este año. Será un testeo de cara a las obligaciones de todo el mes, que alcanzan los $ 574.000 millones.

"El mercado tiene dudas acerca de las posibilidades de Finanzas para renovar sus vencimientos de deuda en los próximos meses. Entre junio y septiembre, los vencimientos ascienden a $ 2,7 billones, de los cuales más del 70% corresponde a deuda CER y cuyos tenedores seguramente exigirán nueva deuda del mismo tipo para renovar vencimientos", indicó Equilibra en un informe.

La colocación de deuda neta, por encima de los vencimientos, es clave para el programa económico y ronda el 120%, aunque decayó en abril y mayo. En su comunicado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó intactas las metas de emisión monetaria para financiar al Tesoro. 

"Se propone modificar las metas trimestrales interanuales del déficit fiscal primario y de acumulación de reservas, manteniendo sin cambios los objetivos anuales del programa", indicó. Sin más margen para emitir, el déficit se financiará con deuda. El Fondo reclamó "tomar medidas para movilizar financiamiento doméstico neto en pesos".

El Ministerio de Economía atribuyó la corrida de la semana pasada a factores políticos: recomendaciones de economistas ligados a la oposición que advertían sobre un probable reperfilamiento de la deuda indexada, incluso antes del posible cambio de Gobierno. 

El ministro Martín Guzmán pidió, en Radio Nacional que "economistas que estuvieron en el gobierno anterior o alineados con la oposición digan qué harían con la deuda pública en pesos". En la mirada de Hacienda, ese ruido político se sumó al desarme estacional de posiciones en fondos de inversión para pagar aguinaldos e impuestos, lo que motivó la migración hacia fondos de money market.

Descoordinación

Hubo otra explicación en sectores que siguen el minuto a minuto de los mercados. El derrape de la deuda en pesos se aceleró cuando IEASA o Enarsa buscó desarmar una posición de entre $ 9000 y 10.000 millones en un fondo de inversión de un banco público para hacerse del efectivo necesario para comprar dólares y pagar la importación de buques de combustible, el miércoles. 

Ese día, Anses también habría vendido otros $ 2000 millones en deuda, supuestamente para hacerse de liquidez y participar de la licitación del Tesoro de la semana próxima.

Todo ocurrió sin coordinación con Economía ni con el BCRA. Sin demanda a la vista, los precios de los bonos se hundieron. Fondos de inversión que deben desarmar posiciones cuando los precios de los títulos caen hasta determinado valor aceleraron la corrida.

El Banco Central tiene la orden de mantener las tasas positivas de los bonos. Pero, como estos títulos ya cotizaban con rendimiento negativo, miraba desde afuera. Hasta que recibió la orden de comprar para revertir la caída de precios y reacomodar las tasas, el jueves. Las compras continuaron durante todo el viernes. Anses también pasó a recomprar deuda. En despachos oficiales anticipaban que continuarían las compras previas a la licitación, para perfilar las tasas.

En Economía no encontraron motivaciones políticas detrás de los movimientos de Enarsa -que controla el cristinismo- ni de Anses -el Fondo de Garantía de Sustentabilidad está bajo el mando de Lisandro Cleri, alineado con Sergio Massa. En otras oficinas hablaban, sencillamente, de torpeza.

Según Delphos Investment, el 50% de la deuda en pesos está en manos de Anses y Banco Central. "No descartamos mayor 'presión' regulatoria para aumentar la demanda de títulos del sistema financiero mientras que los entes públicos podrían brindar financiamiento a mediano plazo y garantizar cierto piso de roll-over", indicó.

Comentarios