Gran parte de la industria local está esperando a que se estabilicen los mercados antes de volver a la carga con las ventas, luego de la atípica jornada pos electoral.

En el caso de Limansky, la fábrica de colchones cuya planta industrial se encuentra en Rafaela, debieron discontinuar su producción el día de ayer debido al freno de ventas en la jornada, ya que casi no trabajan con stock por el lugar que ocupan los colchones, según presentó el diario rafaelino Castellanos. 

Algunas grandes empresas de consumo masivo frenaron las entregas a mayoristas y supermercados o ya enviaron nuevas listas de precios con subas escalonadas del 10 o 20 por ciento. Lo que sucede es que buena parte de la economía carece aún de precios, tal y como las concesionarias de autos que no aceptan operaciones porque no saben a qué precio deberán reponer los vehículos. 

El caso de la fábrica Limansky fue emblemático porque debieron discontinuar su producción de colchones y espuma para colchones, hasta tanto tuvieran una orientación sobre el rumbo de la cotización del dólar. Le comunicaron a sus 500 empleados sobre la situación; y al ser una decisión unilateral no afectará el salario de los trabajadores. 

Por un lado se debe a que la fábrica trabaja con una importante cantidad de insumos que tienen sus precios dolarizados. Consecuentemente, el precio de venta está ligado también a la cotización del dólar.

Por otro, debido a que los colchones ocupan un gran volumen y a un mecanismo de trabajo de producción y comercialización que hace que prácticamente no trabajen con stock, sino en base a pedidos y con destinos específicos. 

Con ese panorama, la empresa se tomó 24 horas para discontinuar la producción y esperar la evolución del panorama económico, también con la intención de renegociar los precios pactados oportunamente con sus clientes. Plantearon que hoy al mediodía volverían al ruedo con la actividad. 

La empresa, además, ya está trabajando desde el mes de julio en sus horarios normales, luego que desde el verano entrara en un procedimiento preventivo de crisis que incluyó una reducción de la carga horaria de los trabajadores, consensuada con el gremio.

Según la Cámara Mayorista a nivel nacional, en el caso del consumo masivo, hay empresas como Molinos Río de la Plata (que suspendieron la venta de harinas y aceites) y Unilever que dejaron de entregar. Por otro lado, ADG no tiene precio del aceite y Molinos Cañuelas está entregando pero con aumento. También hay marcas más chicas que suspendieron las entregas.