Después de siete meses de pandemia, con muchos médicos sin poder trabajar con normalidad en sus consultorios por la brusca caída en la cantidad de pacientes, empezó a crecer el número de aquellos profesionales que dejan de aportar a la Caja del Arte de Curar. Y ya sin legislación que sirva de freno, comenzaron a llegar intimaciones de pago.

“Sabemos que en este último tiempo hay muchos médicos que dejaron de pagar a la Caja sencillamente porque no tienen ingresos suficientes. Se empezó a generar deuda otra vez, están llegando algunas intimaciones de pago y si esto sigue así, el año que viene habrá una avalancha de casos”, sentenció Diego Ainsuain, referente de Siprus.

Ocurre que ya no rige la norma lograda el año pasado, cuando se frenó por seis meses las intimaciones judiciales de la Caja, famosa por su rapidez a la hora de inhibir y embargar salarios a morosos. Los atrasos en buena medida tienen su explicación en las altas exigencias de pago, que van creciendo en función de la edad cronológica de los profesionales, independientemente de si les va mejor o peor.

"Se empezó a generar deuda otra vez, están llegando algunas intimaciones de pago y si esto sigue así, el año que viene habrá una avalancha de casos”

Por caso, alguien que se recibe de médico a los 35 años va a pagar más que otra persona que se recibió el mismo día pero con la edad de 30 años, por más que ninguno tenga experiencia en el rubro. Esto lleva a que profesionales con algunos años matriculados, pero que todavía no alcanzaron una posición sólida, estén ahogados económicamente, sobre todo en el último tiempo, a raíz de las sucesivas crisis económicas.

Pero la suspensión lograda en 2019 no pudo prorrogarse en 2020, año todavía más catastrófico económicamente, y por eso tras la reapertura de los Tribunales, empezaron a llegar las intimaciones. “En septiembre comenzaron a aparecer algunas aisladas y hubo más en octubre”, señaló Ainsuain a Ecos365 y añadió que más allá de que serviría como parche lograr una suspensión a las mismas, lo que en verdad se requiere es una nueva ley que cambie la forma de financiamiento.

Actualmente, la Caja de Curar se nutre fundamentalmente del aporte genuino de los trabajadores, a lo que se suma lo recaudado por estampillado, aporte del 2% sanatorial y un tercer contribuyente que serían las obras sociales con el 4% e Iapos con el 2%. Sin embargo, fuentes del sector aseguran que no está completamente garantizado la colaboración de estas últimas. Más allá de eso, quien realmente sostiene el sistema es el médico, que debe pagar aproximadamente $14 mil mensuales, cifra que va en aumento en función de los años hasta llegar a un tope y comenzar a bajar.

El sistema de financiamiento de la Caja del Arte de Curar es muy criticado por presuponer que el médico gana más a medida que envejece"

Una de las cosas que se pide es que el aporte sea proporcional a lo que se gana, pudiéndose medir esto en función del monotributo o ingresos brutos. Una alternativa sería armar escalas con rangos mayores, intermedios o menores. También se pide separar la obra social de las jubilaciones, de este modo sólo se pagarían estas últimas y la obra social sería opcional y no obligatoria como ahora, pese a que no se use. Es más, muchos profesionales deben abonar una prepaga porque no están nada conformes con el nivel de prestaciones de Ospac. Por último, se solicitó una condonación de deuda o una quita, ya que se da el caso de muchos que entran en un plan de pagos, abonan algunas cuotas y cuando se les suma con las nuevas, otra vez dejan de abonarlo.

Sin embargo, ninguna de estas iniciativas prosperó, y sólo se logró que la Caja acepte el pago de un 50% de aportes, claro que eso más adelante se verá reflejado en un menor cobro. Mientras tanto, otra vez se puso en marcha la rueda judicial.