La pobreza subió a 39,2% en 2022: ya afecta a 18 millones de argentinos

El Indec difundió el dato del segundo semestre del año pasado. Hay más de un millón de nuevos pobres; golpea al 54,2% de los chicos de entre 0 y 14 años, o sea, unos 6 millones

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La pobreza en la Argentina creció en 2022 y seguirá expandiéndose durante el 2023. Pese a la recuperación económica y el crecimiento del empleo, la aceleración de la inflación y la licuación de ingresos se convirtieron en una máquina de producir pobres.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec informó que la pobreza fue de 39,2% a fin de 2022. El mismo semestre de 2021 mostraba un número de 37,3%, mientras que el primero de 2022 había sido 36,5%. Si se proyectan a todo el territorio nacional, la cantidad de pobres son 18,1 millones. Se trata de más de un millón de nuevos de pobres. Pero si sólo se tomaran los pobres del último trimestre, el cuarto, y no del semestre, la cifra llegaría a 18,7 millones.

La indigencia -los más pobres entre los pobres- fue de 8,1% al cierre del año pasado. El mismo semestre de 2021 –doce meses atrás- mostraba de 8,2%, mientras que el primer semestre de 2022 había registrado un 8,8%.

En los primeros seis meses del año pasado, la pobreza entre los más chicos (de 0 a 14 años) había sido de 50,9%. Ese dato se disparó 54,2%, lo que implica que actualmente la cantidad de niños pobres son unos 6 millones.

La degradación de la situación social es tal que ninguno de los semestres medidos por el organismo estadístico que dirige Marco Lavagna en tiempos del Frente de Todos superó el cierre de la gestión de Cambiemos en 2019 (35,5%), marcado por dos años de crisis cambiaria y afectación de los ingresos por la alta inflación.

Es preciso tener en cuenta que el gobierno de Fernández sí sufrió los efectos de la pandemia y la extendida cuarentena dispuesta por su gestión. De hecho, el número que se difundió hoy comienza a acercarse a los vividos durante los días de encierro o a los de la salida tras la debacle de dos dígitos que mostró entonces la actividad económica.

Un dato esperado

Se trata de un número esperado por los especialistas, ya que, a mediados del año pasado, la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y el paréntesis de Silvina Batakis a cargo generaron una fuerte incertidumbre recargada por la elevada inestabilidad política generada en el Frente de Todos y los impactos de la guerra en Europa del Este. El salto del dólar entonces por la incertidumbre, recalentó la inflación; los alimentos subieron, en parte, por la guerra y también por la inercia y las dudas locales. El incremento de precios terminó siendo de 94,8% el año pasado y siguió acelerándose.

Desde septiembre del año pasado, las canastas Básica Total (CBT) y Alimentaria (CBA) –los pisos de la pobreza e indigencia, respectivamente- crecen por encima del índice de precios al consumidor (IPC), lo que –explican los analistas en la materia- empuja el índice de pobreza hacia arriba. De hecho, tanto la CBT como la CBA llegaron un mes antes que el IPC a un aumento interanual de tres dígitos. En la medición de febrero tocaron el 111,3% y 115,1% anual.

La destrucción de los ingresos

En diciembre pasado, con los datos de distribución del ingreso del tercer trimestre de 2022, se pudo establecer que los ingresos de los asalariados del estrato más bajo de la población habían perdido 6,97% ese año. Entre fines de 2017 y 2022, la caída de esos ingresos fue de 28,79%. El total de los asalariados perdió 7,7% el año pasado y 25% en los últimos cinco años. Conclusión: todos perdieron con la inflación, pero mucho más los más pobres.

En ese contexto, en el Gobierno salieron a celebrar la semana pasada la baja de la desocupación al 6,3% a fines de 2022 (desde el 7% de un año antes). Sin embargo, se da una paradoja gracias a los precios descontrolados: crece el empleo, pero también la pobreza. Los especialistas afirman que los trabajos que más se expandieron son los precarios. En ese sentido, siguen en plena expansión por la Argentina la figura del trabajador pobre.

Según datos del Indec, procesados por la consultora ExQuanti, en el tercer trimestre de 2022, el 33,5% de la población pobre tiene un empleo. En el segundo trimestre eran 33%; en el primero, 30,9%. Al cierre del gobierno de Mauricio Macri eran también 30,9%, pero en el mejor momento de Cambiemos, ese guarismo había llegado al 28% (2017).

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